editorial

MPN con dientes apretados, Cambiemos con timbres optimistas

Decisiva incidencia de las coyunturas nacional e internacional en los avatares políticos y económicos de Neuquén. El rol del MPN. El optimismo asentado en la capital de Cambiemos.
domingo, 18 de diciembre de 2016 · 09:57

El martes, Omar Gutiérrez volverá a estar en Buenos Aires, para participar de la cumbre de gobernadores que puede llegar a destrabar las modificaciones a Ganancias en el Senado, si paralelamente avanza la negociación entre el gobierno de Mauricio Macri y la CGT. Con la expectativa puesta en el gran acuerdo petrolero, ahora proyectado al primer mes de 2017, y siempre si se resuelve –otra vez con intervención del gobierno nacional- el ajuste con despidos en YPF, Neuquén tiene planificado seguir aguantando la escasez de recursos por lo menos otro semestre.

Los dientes apretados, más allá de las sonrisas optimistas y los gestos livianos procurando hacer política a favor a partir de lo desafortunado de la coyuntura para los oficialismos (incluso dentro del MPN), seguirán, y no hay mayores posibilidades de que se haga magia en algún rincón del universo para que Neuquén vuelva a ser esa topadora que arrasaba todas las expectativas cuando se infló la burbuja Vaca Muerta.

En estos campos inmensos que guardan gas y petróleo por debajo de los 3.500 metros, entre la roca profunda, anduvo esta semana el CEO de la petrolera nacional YPF, Ricardo Darré y el gerente de Finanzas, Daniel González Casartelli. Ambos encabezaron una delegación de 25 referentes de empresas multinacionales. Hubo representantes de Goldman Sachs, JPMorgan, Itau Unibanco y Credit Suisse, que antes se habían reunido con el presidente de la compañía, Miguel Ángel Gutiérrez, en Puerto Madero. ¿Qué les dijeron a tan influyentes visitantes? Que YPF procurará no aumentar su deuda, hacer bien los deberes, y ajustar costos en por lo menos otro 11 por ciento.

Es que la situación exige suma prudencia, y lo único que se está procurando reducir es el impacto social que causarían los despidos, por ahora frenados por la conciliación obligatoria del ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca. Por eso en esta coyuntura hay un hombre clave, que es neuquino y del MPN: el senador y sindicalista petrolero Guillermo Pereyra.

Las perspectivas globales respecto del precio del petróleo son más optimistas que las que rigieron para el año que termina. El viernes, los precios cerraron en 52 dólares (el WTI de Texas) y 55 dólares (el Brent de Londres). Goldman Sachs, que acaba de visitar Vaca Muerta, augura un precio de entre 55 y 60 dólares para el barril en el segundo semestre del 2017. Mucho más cerca del actual precio sostén que procura Neuquén no se reduzca, en el afán de seguir sustentando una producción no convencional que aumentó en un solo año el espectacular porcentaje (disimulado por la crisis general) del 40 por ciento.

Este sábado, Omar Gutiérrez enfatizó que no habrá acuerdo petrolero en diciembre, porque primero hay que resolver la situación de los despedidos del sector. "La prioridad es mantener las fuentes de trabajo”, le dijo el gobernador a este periodista, confirmando que este tema es el que ha trabado hasta ahora el "gran acuerdo”, pues con el precio ya se había consensuado, a partir del giro del ministro Juan José Aranguren, que aceptó morigerar su posición, y llevar adelante un proceso de equiparación de precios mucho más gradual, más posible en el contexto actual de recuperación de los valores internacionales.

Mientras tanto, por supuesto, se hace política cada vez más intensamente. Se percibe en el MPN, claro, donde la interna es incesante y las movidas nunca se desatienden. Se sigue con mucha atención, por ejemplo, la causa penal en la que se le formularon cargos al intendente de Plaza Huincul, Juan Carlos Giannatasio. Es que peor que un juicio político, que siempre se puede enfrentar, precisamente, desde la política, es un juicio penal, que puede barrer con ese bastión trabajosamente mantenido contra la presión incesante de los vecinos Rioseco, que acechan del otro lado del zanjón. En este tema, el MPN dio un paso en falso haciendo reunir a la Convención hace apenas unos días, para respaldar rotundamente a Giannatasio. ¿No se sabía o no se calculó que habría una acusación de un fiscal y un juicio penal por la contratación de una empresa que, afirma la teoría acusadora, no existe? "Se tomó posición frente al juicio político, no por la causa judicial, que entonces todavía no se había formalizado con cargos”, se dijo. La diferencia no es clara, y el MPN está pegado a una situación incómoda que podría haber tratado de otra manera.

Desde Cambiemos, se sigue alentando el optimismo y prometiendo las mejoras que llegarán de la mano de la verdad y las buenas intenciones que predica el sector. Este sábado se protagonizó otro "timbreo”, en el corazón del barrio Hibepa, uno de los sectores capitalinos populosos, en donde suele reinar el MPN. Cambiemos se abroquela alrededor del gobierno capitalino y su superávit financiero. La diferencia en el manejo de los dineros públicos se hace notar, con un acuerdo salarial (29%) para todo el 2017 que se firmó con el gremio municipal Sitramune, y que incluyó un bono de 3.500 pesos, que Horacio Quiroga había negado hasta último momento y se terminó concediendo, no en diciembre, sí en enero, con el apropiado nombre de "bono vacacional”.

En la construcción política de este sector, se trabaja la confluencia con UNE y el Frente para la Participación Neuquina. En las elecciones nacionales irán separados, pues los "progresistas” llevarán a Ramón Rioseco como candidato al Congreso, mientras que el quiroguismo postulará a David Schlereth. Pero en las capitalinas es posible que se haga otra vez el ensayo de ir juntos, para intentar vencer al MPN –que ha ganado casi siempre las elecciones de medio término del Deliberante- y obstaculizar lo más posible el camino que pretende el partido provincial de "recuperación” de la capital.

Rubén Boggi

 

 

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