POLÍTICA EN NEUQUÉN

Conflicto docente: más diálogo sí, más plata no

Llegó Semana Santa y las escuelas seguían cerradas, entre una danza de números y pujas políticas.
sábado, 23 de marzo de 2024 · 21:23

No habrá, este año al menos, un escenario peor para Neuquén, que este, de escuelas cerradas, o semi abiertas, o parcialmente funcionando. El conflicto docente encierra todas las paradojas de la política. Un Estado nacional que retacea plata invocando la malformación del país y el ajuste inevitable; un gobierno neuquino que comenzó bajo la advocación del cambio y que se enfrenta a la más desgraciada de las similitudes; un gremio docente que se parece cada vez más a un partido político sumido en una interna al borde del cisma. En fin: todo lo distinto se termina pareciendo, y todo lo parecido se trastoca en algo diferente.

La situación es muy complicada, porque el gobierno quiere sostener el diálogo, pero no tiene más plata para gastar que la ya ofrecida; y el gremio -o por lo menos una buena parte de él- quiere retomar alguna negociación que abra la puerta de salida al conflicto, pero no sabe cómo hacer aparecer esto frente a su propia conciencia si no aparece alguna cuestión superadora a lo que ya se ha mostrado, e, incluso, decretado.

Rolando Figueroa estuvo reunido con sus colaboradores más estrechos en procura de afianzar la propia convicción frente a una semana que se anticipa muy compleja. En ese encuentro quedó en claro que el incremento aplicado a la masa salarial docente es lo máximo que se puede poner en juego sin comprometer seriamente las finanzas, y también la equidad, en el manejo de los dineros públicos del presupuesto de este año. También se reforzó una idea que tal vez no haya quedado muy clara: el gobierno no cortó, ni quiere cortar, el diálogo. De hecho, se ha mantenido, aunque no se haya reabierto la mesa de la negociación salarial que, esa sí, se ha considerado terminada.

El gremio, a su vez, tiene distintos aunque parecidos problemas que el gobierno para justificar una situación que recibe el rechazo directo de más de 70 por ciento de la sociedad neuquina. El ala izquierda del gran aparato sindical docente, encarnada en Angélica Lagunas, se solaza en señalar el presunto parentesco político e ideológico entre la ministra de Educación, Soledad Martínez, y el secretario general del gremio, Marcelo Guagliardo. No tiene empacho en agudizar las contradicciones, materia en la que es ducho el trotskismo posmoderno, tanto como lo era en el siglo pasado. El empeño en acentuar la fase política del conflicto ilustra sobremanera sobre los motivos del mismo.

Porque, lo cierto, es que realmente la propuesta que se materializó en decretazo es única en el país: no hay otro distrito que aplique el IPC como sistema de actualización salarial. Está el caso de Córdoba, pero acotado al 50 por ciento de lo que indica el índice de precios. El sindicato encuentra argumentos cuando muestra los salarios reales de cada maestro, sobre todo, el inicial en la escala, porque esa materia es indiscutible. Pero lo único que ejemplifica con los recibos de sueldos, es que hay una evolución salarial a tono con lo que sucede en el país, no solo en Neuquén: no hay asalariados que no pierdan poder adquisitivo en la Argentina de la alta inflación.

En el camino de un debate cada vez menos claro por la ensalada de números, asoman aspectos muy llamativos. Por ejemplo, el pago del rubro "conectividad", que reciben los maestros. Esto significa que el Estado le paga la Internet a cada maestro. Significa unos 21 mil pesos por maestro. Al Estado le implica unos 690 millones de pesos al mes. En el decreto en vigencia, que suplió al acuerdo que no vino, ese rubro quedó sujeto a la presencialidad. Es decir, no lo cobrará el que no vaya a la escuela. El presentismo es uno de los rubros malditos dentro del lunfardo docente neuquino. Ese es un punto que puede ser parte de la nueva negociación entre bambalinas. Y es, también, ejemplo del disparate que se va forjando: ¿acaso la conectividad es para el que va a la escuela, o para quien trabaja en la casa?

Otra cuestión que se ha pasado livianamente, como si fuera una cosa de nada, es el pago de los fondos correspondientes al Fondo de Incentivo Docente (FONID), que el gobierno de Milei dejó de enviar a las provincias. En Neuquén el FONID representa el 9 por ciento del salario de cada maestro. Y lo paga, ahora, la provincia. Cabe apuntar aquí que uno de los puntos que se tuvo en claro en las últimas reuniones encabezadas por Figueroa, es el de destacar la injusticia nacional hacia la provincia. Es un clásico, pero un clásico riguroso en datos, pues está comprobado que de cada 100 pesos que Neuquén entrega al país, recibe, como retorno, solo 30. Maravillas del curioso sistema federal argentino.

En el decretazo que reprodujo la propuesta no aceptada por ATEN, figura también la creación de 30 mil nuevas horas cátedra, y 630 nuevos cargos. Implica esto un monumental aumento del nivel de empleo docente, algo que el gremio tenía como prioridad. Figura también un aumento de 124 por ciento en las partidas para refrigerios en las escuelas; y lo que el gobierno ha tildado como "la restitución histórica" del adicional completo por zona desfavorable, algo que implica un gasto, para el Estado, de unos 160 millones de pesos mensuales.

Pero la ensalada de números no parece convencer a nadie. La gente no la entiende, o, en todo caso, no puede compararla con nada que sea concreto, no al menos mientras siga sin haber clases, y vea a sus propios hijos sin la posibilidad de ponerse el guardapolvo e ingresar a esos sacrosantos edificios de otrora, llamados escuelas. Lo que muestra el análisis político que puede hacerse, procurando la mayor objetividad, es que "lo distinto" terminó pareciéndose peligrosamente a "lo mismo": Otra Semana Santa con conflicto docente.

Tal vez se encuentre una guía práctica para salir del laberinto en ejemplos conmovedores, de esos que saltan a la vista, generalmente, lejos de la plácida comodidad de la urbanidad burocrática. Se podrá encontrar, tal vez, allá por San Ignacio, donde descansan los restos de Ceferino Namuncurá, en el contento de una directora porque ahora tiene jornada completa, con sus chicos 8 horas por día en la escuela; o en aquella otra escuela que se levanta a solo 70 kilómetros del Paso Pichachén, escuela albergue que defiende con uñas y dientes a sus alumnos, con quienes convive todos los días, mientras atraviesa la inclemencia del tiempo y los avatares conflictivos que se esparcen desde la capital de la provincia.

O, tal vez, en Los Miches, localidad recientemente visitada por el gobernador Figueroa. Allí, tras un diálogo entre el intendente y el gobernador, se decidió instalar la escuela, que había quedado chica, en el edificio nuevo destinado para el Municipio, que el intendente venía construyendo con paciencia y esfuerzo desde 2018. El razonamiento para transformar la Municipalidad en Escuela fue: ¿Acaso sirve que haya funcionarios cómodos mientras hay alumnos que tienen que recibir educación en un aula improvisada?

Replicando lo sucedido en Los Miches, podría preguntarse, en el ámbito político neuquino: ¿Acaso sirve que haya ganadores y perdedores políticos de un conflicto, cuando los chicos (nuestros chicos) se están quedando atrás en la trabajosa evolución de la sociedad argentina?

 

 

 

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