Hoy es viernes y tu cuerpo lo sabe

Hoy es ese día en el que en todos los trabajos, universidades y colegios, los "Buenos días” dejan de existir como saludo inicial y se convierten en un: "Es viernes y tu cuerpo lo sabe”. El saludo, es acompañado por risas entre compañeros y muy "buena onda” en el ambiente, porque todos saben que llevaban horas esperando el gran día. 

¿Por qué amamos los viernes? Porque, en primer lugar y por lo general, es el último día laboral de la semana. Además, sabés que vas a estar más relajado por al menos dos días, sin importar si te quedás en casa mirando una película o si salís a bailar. Sea lo que sea, mentalmente estás mejor. 

Si bien "sin lo amargo, lo dulce no es tan dulce”, sí es una buena idea pensar que todos los días tengan aire de viernes. ¿Imposible? ¡Para nada! Pero, antes, es necesario entender por qué el viernes es el favorito, el envidiado por el lunes, el que mantiene intranquilo al martes, el insatisfecho para el miércoles y el desesperado para el jueves. 

Las 5 principales razones por las que el día es tan especial: 

1. Es el último día de la semana de la rutina laboral. 

2. Sabés que podés hacer algo a la noche sin tener que programar tan temprano el despertador. 

3. Sabés que te quedaron cosas pendientes en el trabajo pero te relajás teniendo en cuenta que tenés dos días más de descanso. 

4. Te reencontrás con tu familia y amigos.

5. Tenés más tiempo para pensar en vos y hacer lo que realmente querés. 

Ahora bien, para hacer de cada día uno memorable, tenés que asegurarte de hacer lo que "te mueva el piso”, cada amanecer. 

Prestá atención y pensá qué te hace tan felíz un viernes y, no lo repitas todos los días porque se convertiría en rutina, pero tené en cuenta la esencia de eso para disfrutar más. A medida que lo hagas, vas a ver cómo todo va a fluir mejor y para tu bien. 

Algo muy importante también, es que no esperes el viernes para divertirte, ya que eso haría que te afanes por distraerte y termines más cansado o cansada de como iniciaste el fin de semana. 

Si no hacés actividad física, aprovechá, porque regula los niveles de estrés, relaja el cuerpo y produce la liberación de las hormonas de la felicidad: las endorfinas.

Organizá tus actividades pendientes y tené equilibrio. Compartí tu tiempo con personas positivas para estar juntos de buen humor y arrancar la semana con todas las pilas.