Sapag fue contundente: "dicen mentiras", dijo

Jorge Sapag rompió el silencio relativo que había guardado desde que dejó el sillón de gobernador, en diciembre de 2015. Y habló un poco de todo: de su juventud, de la actualidad, de la economía, de Macri. El foco, sin embargo, lo puso sobre lo que entiende es una campaña más electoral que otra cosa: las acusaciones y denuncias que, algunas dirigidas en su contra personal, otras en crítica hacia el MPN en su conjunto, se han hecho en las últimas semanas.

La interpretación de la coyuntura fue enfatizada por Sapag en una entrevista que el canal de Noticias 24/7 presenta este jueves, en una edición especial del programa de Alejandro López, Código Urbano, de 22 a 23. Se afirma en la convicción de que hubo ya una decisión política de "los adversarios” del MPN de anticipar el 2019 a este año. "Pusieron el embrión” en el actual escenario, dijo el ex gobernador.

"No hay que ser fundamentalistas” en política, sostuvo Sapag, incluyendo en esa categoría a quienes "denostan” al adversario. "Dicen yo soy bueno, los demás son malos. Es una práctica de la vieja política, que debemos superar”, dijo el ex mandatario.

Antes, hizo algo muy sugerente, tal vez abriendo una puerta hacia el pasado que seguía sellada, y que permaneció así durante los 12 años del kirchnerismo. Contó como la fracción peronista que conducía el después montonero exiliado Rodolfo Galimberti sostuvo en una reunión que había que "condenar a muerte” a Elías y Felipe Sapag, frustrado por la derrota asestada al propio Perón por el MPN en Neuquén. Contó también como sufrió un intento de secuestro, en 1974, poco antes de que los montoneros con Galimberti secuestraran a los Born. "Imagino que fue un ensayo, yo no era importante”, dijo el ex gobernador neuquino.

El tema central de la entrevista pasó por la coyuntura. Dijo Sapag que ve cómo "no le aflojan” en las denuncias y críticas hacia su persona y otros referentes del MPN, y describió tal situación como "un juego”. Destacó que el motivo de las denuncias por contaminación actuales "es electoral”, ya que "no hay fundamento jurídico”. Encaró el tema enfatizando que la contaminación en Neuquén fue, en su mayoría, producida por "la vieja YPF” estatal, y que en el año 2001, la Confederación Mapuche, auspiciada por Mariano Mansilla, reclamó en una demanda 457 millones de dólares, y que en ese tema estaba el real interés.

"Las mentiras tienen patas cortas”, afirmó, para destacar que fue su gobierno, en 2008, que obligó a las empresas petroleras, incluida YPF, aceptar y remediar el pasivo ambiental registrado en la provincia como consecuencia de la explotación petrolera, pero que lo real en la actualidad es que los interesados en aquella demanda "no permiten entrar a remediar” precisamente porque les interesa que persistan las causas para ameritar un resultado favorable en aquella demanda del 2001.

El mismo enfoque de "mentiras” de los adversarios del MPN utilizó para justificar el uso de mantas oleofílicas –que motivó recientemente el inicio de una investigación de un fiscal- sobre las cuales destacó que "Neuquén es un ejemplo ambiental en el mundo” y sostuvo que "si tienen una forma mejor de contener derrames, que la presenten”; como así también encuadró el tema del cerro Chapelco, al sostener rotundamente, haciendo una sintética narración de lo ocurrido con la concesión, que "dicen mentiras” cuando hablan del precio que se le puso a cada hectárea de las 140 que se le entregaron a la empresa concesionaria del centro de esquí.