CHAMPIONS LEAGUE
Sin Di María y con Otamendi, Benfica sufrió ante Mónaco pero pasó a octavos
El conjunto de los argentinos ganó 1-0 en la ida, y el 3-3 parcial en Portugal le está dando el boleto a la siguiente fase.Comienzan a definirse los playoffs de la Champions League, y el Benfica se transformó en uno de los equipos aseguró su lugar en octavos de final. El equipo de los argentinos Ángel Di María, (que no estuvo por lesión) y Nicolás Otamendi, titular y capitán, empató 3-3 con Mónaco en un gran partido y, gracias al 1-0 que consiguió en la ida, se clasificó a la siguiente ronda, donde se enfrentará a Liverpool o Barcelona.
Benfica 3-3 Mónaco, los goles
A pesar de un mal arranque del conjunto portugués, con Mónaco teniendo las mejores chances en los primeros minutos, en su primera acción de peligro del encuentro Benfica fue contundente y se puso en ventaja. Una pérdida cerca del área del elenco francés derivó Vangelos Pavlidis, que maniobró dentro del área y sacó un centro exacto para la llegada de Kerem Aktürkoglu, que sólo tuvo que empujarla a la red. Con este tanto, los portugueses aseguraban su presencia entre los 16 mejores.
Sin embargo, el conjunto francés superó el momento de zozobra en donde los locales parecieron acomodarse mejor, volvieron a amenazar a la defensa de las Águilas y consiguieron el empate pasada la media hora de partido. Después de una pérdida en un lateral de los portugueses, Breel Embolo le ganó en un forcejeo a Otamendi y la pelota le quedó a Takumi Minamino, que remató al primer palo para sorprender al arquero Anatoliy Trubin y decretar el 1-1 de Mónaco.
El comienzo del complemento fue similar, con Benfica no pudiendo contener los ataques de un Mónaco que creyó que la remontada era posible y así fue que a los cinco minutos se puso 2-1 con un gran gol colectivo. Una acción por derecha de Maghnes Akliouche decantó en un centro que Embolo dejó pasar entre sus piernas para que Eliesse Ben Seghir, con un bellísimo remate colocado, estableciera el 2-1 que por el momento manda la serie al alargue.
Ya con la necesidad de marcar, y ante cierto conformismo de un rival que tenía todo para acelerar y llevarse la serie, Benfica iba a encontrar el 2-2 después de varios minutos arremetiendo contra el área visitante. Frederik Aursnes tuvo la viveza de puntearle la pelota a Thilo Kehrer antes que éste la rechace, y el alemán, aunque no quiso hacerlo, lo derribó en el área. El árbitro Glenn Nyberg cobró penal luego de revisar la acción tras un llamado del VAR, Pavlidis se hizo cargo y empató el partido.
Sin embargo, un partido gobernado totalmente por la emocionalidad en el complemento iba a seguir entregando errores y goles. Esta vez le tocó a Otamendi, que fue al duelo con el recién ingresado George Ilenikhena en un pelotazo largo y salió perdiendo mientras el delantero se fue derecho de cara al gol, rematando de zurda cruzado venciendo una floja resistencia de Trubin.
No obstante, solo tres minutos después las Águilas iban a volver a la carga y, a cinco minutos del final, consiguieron un gol fundamental en la serie. Un centro desde la izquierda de Álvaro Carreras encontró el anticipo a pura elegancia con la punta del pie del turco Orkun Kökçü, que llegó antes que todos los defensores monegascos y restableció la igualdad, dándole de nuevo el pase a octavos a Benfica.
Los portugueses tuvieron minutos después un penal a favor, sin embargo el árbitro sueco se "arrepintió" luego de un nuevo llamado del VAR y anuló su decisión. Fue así que las Águilas se acometieron a resistir ante un Mónaco que luchó hasta el final pero terminó pagando la falta de contundencia y las concesiones después de ponerse en ventaja. Fue 3-3 y boleto a octavos para Benfica, que no lució para nada y esperará por la vuelta de Di María para una próxima fase donde, le toque Liverpool o Barcelona, deberá levantar mucho para dar el batacazo.
Formaciones
Benfica: Trubin, Tomás Araújo, Otamendi, Antonio Silva, Carreras; Kökçü, Barreiro; Aursnes, Schjelderup, Aktürkoglu; Pavlidis.
Mónaco: Majecki; Wilfried Singo, Tilo Kehrer, Mawissa, Caio Henrique; Krépin Diatta, Lamine Camara; Golovin, Ben Seghir, Akliouche y Breel Embolo.
Estadio: Estadio Da Luz
Árbitro: Glenn Nyberg (Suecia)
Benfica, por la clasificación sin Di María
En el duelo de ida en el Estadio Luis II, las Águilas consiguieron una victoria fundamental por 1-0 con el tanto de Vangelis Pavlidis. No obstante, sufrieron la mala noticia de la lesión de Fideo, que tiene un desgarro en el isquiotibial izquierdo que lo marginará por un mes de las canchas, por lo que está descartado para hoy. El rosarino venía recuperándose de otro problema muscular y, pese a que ingresó desde el banco, debió salir en el final del encuentro ante los monegascos.
Por el lado de Mónaco, si bien viene de un gran resultado en la Ligue 1 (goleó 7-1 al Nantes) que lo metió en puestos europeos, deberá visitar el Estado Da Luz con varias bajas, ya que no cuenta con Moatasem Al-Musrati, expulsado en la ida, ni tampoco con Vanderson ni Denis Zakaria, por acumulación de tarjetas. Por este motivo, el entrenador Adi Hüttler debe meter mano en la alineación respecto del encuentro de ida.

Julián Carranza le dio el pase a octavos a Feyenoord
En lo que fue uno de los batacazos de la jornada, el conjunto neerlandés eliminó al Milan en San Siro y el delantero argentino fue gran protagonista. Luego del 1-0 en la ida para los hoy visitantes, el Rossonero comenzó con todo y se puso 1-0 arriba al minuto de juego cortesía de otro jugador con raíces argentinas: Santiago Giménez, hijo nacido en México de Cristian (ex Boca), le daba al cuadro italiano la rápida igualdad marcando justamente contra su ex club.
Sin embargo, una eliminatoria que parecía dada para que Milan remonte terminó oscureciéndose para el equipo de Italia que más ganó la Champions. Primero, sufrió la expulsión por doble amonestación de Theo Hernández a poco de comenzado el complemento. Después, el golpe de gracia: Julián Carranza, que ingresó como suplente, le puso la cabeza a un gran centro de Hugo Bueno y decretó el empate que le terminó entregando a Feyenoord el boleto a octavos de final en el mismísimo San Siro con lo que fue su estreno goleador en Europa y su tercer tanto como jugador del equipo de los Países Bajos.