Panorama internacional

Israel-Hamas: un débil acuerdo que marca el inicio de la era Trump

A pocas horas de su regreso a la presidencia de Estados Unidos, Trump logró un acuerdo de cese del fuego entre Israel y Hamas.
domingo, 19 de enero de 2025 · 17:22

El acuerdo alcanzado entre el gobierno de Israel y el grupo terrorista Hamas, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos y firmado en Doha, que empezó a correr en estas horas, será muy difícil de implementar en los términos en los que fue diseñado. O, mejor dicho, en el actual escenario cuesta pensar que se cumplan completamente todos los objetivos que se establecieron, ya que estos entran en conflicto directo con las metas fundamentales de ambas partes: Israel busca, además de liberar a los secuestrados, eliminar definitivamente a Hamas, mientras que el grupo terrorista pretende sobrevivir y mantener su presencia y control en la Franja de Gaza.

La encrucijada israelí

El gobierno de Benjamin Netanyahu se encuentra en una encrucijada. Fue presionado por Donald Trump, quien le impuso un acuerdo para hacer algo que no quiere hacer: terminar la guerra contra Hamas antes de dejar a ese grupo absolutamente desactivado. Desde hace meses un sector de la sociedad israelí viene exigiendo acciones inmediatas para la liberación de los aproximadamente cien rehenes que aún mantiene Hamas. Bibi Netanyahu y su gobierno no atendieron esos reclamos porque sabían que la única vía concreta para lograrlo implicaba concesiones significativas. Las que deberá hacer ahora: la liberación de prisioneros palestinos, muchos de ellos con las manos manchadas de sangre, y el abandono de posiciones estratégicas en Gaza, comprometiendo aspectos de seguridad que Israel considera vitales después de los ataques del 7 de octubre.

La paradoja es que el gobierno de Israel sabe que si se cumplen todas las etapas del acuerdo podrá recuperar a los secuestrados, lo que quizás le permitirá a la sociedad empezar a superar el trauma generado el 7 de octubre. Pero, en los términos del acuerdo, para que pase eso, Gaza deberá seguir siendo controlada por Hamas. Una pesadilla que nadie en Israel acepta.

El dilema de Hamas

Por su parte, Hamas enfrenta su propio dilema estratégico. Trump también ejerció presión para que el grupo terrorista acceda a devolver a todos los secuestrados, una acción que podría dejarlos vulnerables ante una eventual ofensiva israelí sin las limitaciones que impone la presencia de rehenes. Sin embargo, Hamas necesita urgentemente el fin de la guerra y la retirada del ejército israelí de la franja, por lo menos de zonas clave, para comenzar a normalizar la vida en el territorio. Esto le permitiría presentar la situación como una victoria frente a la ofensiva militar israelí y, más importante aún, mantener el control de Gaza, algo que Israel considera inaceptable.

 

El acuerdo y sus desafíos

El acuerdo contempla un proceso en tres etapas que, en teoría, debería culminar en un alto el fuego permanente y un plan de reconstrucción para Gaza. Sin embargo, cada fase presenta obstáculos significativos que amenazan su implementación. La primera etapa establece una tregua de seis semanas durante la cual Hamas debe liberar a 33 rehenes, mientras que Israel soltaría presos palestinos y permitiría mayor ayuda humanitaria. El problema radica en que Israel debe mantener un delicado equilibrio entre permitir el flujo de ayuda y evitar que Hamas aproveche esta pausa para reagruparse.

La segunda fase resulta aún más compleja, ya que requiere que Hamas libere a todos los rehenes restantes y entregue los cuerpos de los fallecidos. La perversión y crueldad del grupo terrorista al no revelar información sobre quiénes permanecen secuestrados y cuántos están vivos forma parte de su estrategia de negociación. Además, Hamas podría alegar que algunos rehenes no están bajo su control directo, una táctica que podría utilizar para dilatar o romper el acuerdo.

La fase final, que contempla la reconstrucción y el futuro gobierno de Gaza, parece casi imposible de implementar dado que los objetivos de las partes son mutuamente excluyentes. Israel insiste en mantener el control de seguridad y rechaza cualquier presencia de Hamas, mientras que el grupo terrorista ve en el control de Gaza su principal objetivo estratégico.

Como era de esperar, Bibi Netanyahu no pudo sostener ante Trump la negativa que mantuvo cada vez que la administración Biden le pidió un plan para terminar la guerra y pensar en el día después. Bibi se esmeró para cumplirle a Trump. Negoció con quienes en su gobierno mantienen un furibundo rechazo a terminar la guerra (y, más aún, a que esto suceda negociando con Hamas aunque en el medio haya 100 israelíes secuestrados hace 16 meses), para que más allá de que se opongan al acuerdo, garanticen que la coalición que sostiene a Bibi se mantenga. ¿Qué les habrá prometido para convencerlos?

El nuevo escenario según Trump

Trump necesita urgentemente la finalización del conflicto en Gaza para, aprovechando el contexto de un Irán debilitado como nunca, impulsar una nueva etapa en la región, principalmente a través de la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita, como parte de una expansión de los Acuerdos de Abraham. Sin embargo, Arabia Saudita no aceptará ningún acuerdo sin un fin al conflicto en Gaza y una hoja de ruta clara para los palestinos.

 

En definitiva, Israel necesita recuperar a sus ciudadanos secuestrados, pero no puede permitir que Hamas se reconstituya en Gaza. Para evitar esto último, necesitaría mantener cierta presencia militar en el territorio, lo que probablemente llevaría a Hamas a retener rehenes como garantía. Por su parte, Hamas debe encontrar una manera de asegurar su supervivencia una vez que pierda el perverso escudo humano que representan los secuestrados. Trump logró en días lo que la comunidad internacional no consiguió en 16 meses de conflicto. Ahora su verdadero desafío será asegurar que el acuerdo se cumpla en tiempo y forma. De eso dependerá su pretencioso objetivo de rediseñar un Medio Oriente bien distinto al que conocemos.

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios