LA PROSTITUCIÓN EN EL PAÍS

“Hoy cumplo 15 años de puta”: el debate que se viene

“No estamos discutiendo qué pensamos sobre el trabajo sexual, sino qué tipo de trabajo sexual queremos en el país”, opinó la dirigente nacional de AMMA.
martes, 2 de febrero de 2021 · 00:00

Georgina Orellano, secretaria general a nivel país de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (sindicato que está incluido en la CTA) busca visibilizar su trabajo, uno de los más viejos de la historia de la humanidad y del cual vive hace 15 años, pero sin poder realizar ningún aporte jubilatorio. Dice que, en muchas provincias, incluida Neuquén, las prohibiciones a espacios como los cabarets han llevado a aumentar la ilegalidad y con ello, el riesgo que implica para miles de hombres y mujeres.

Georgina se define como militante por los derechos humanos y laborales de los y las trabajadoras sexuales y está orgullosa de la organización, porque siente que en un punto la salvó. Hace algunos días comenzó a utilizar su cuenta de Instagram para reflejar esta realidad. Sólo en la primera semana la siguieron 100 mil personas y le mandaron miles de mensajes. “Este 2 de febrero -dice- cumplo 15 años de puta”.

¿Después de la legalización del aborto, se viene el debate por la legalización de la prostitución?, se le preguntó. “Refuerza para todes les trabajadores la lucha que venimos sosteniendo desde hace 26 años, y se sigue exigiendo con más esperanzas que el Poder Ejecutivo nacional escuche nuestras demandas, que es por ejercer el trabajo sexual en la clandestinidad. Hemos presentado en distintas provincias distintos proyectos, vamos a avanzar en un proyecto nacional de legalización y tenemos varias reuniones con diputados de diferentes bloques legislativos”, explica a 24/7.

La prostitución siempre se liga, por una línea gris, borrosa y fácil de cortar con la trata de personas. Ese es el primer argumento que esgrimen quienes se oponen a la legalización de la prostitución. Pero, Georgina lo refuta: “Por supuesto que hay una vinculación constante, pero no es un delito ser trabajadoras sexuales. Hay muchos municipios que por combatir la trata, prohibieron el funcionamiento de cabarets, que lejos de combatir la trata, trasladó el trabajo a otros lugares donde no hay control, produjo más clandestinidad y muchas mujeres perdieron autonomía. Han tenido que irse a las periferias de las ciudades para ejercer el trabajo”.

¿Y qué esperan de los legisladores?: “Hablamos de un modelo que despenalice. Sacarnos de la clandestinidad es diferenciarnos de la trata”.

“La historia de nuestro sindicato tiene que ver con la violencia institucional, con el hostigamiento por parte de la Policía, por el pago de coimas que tienen que pagar nuestras compañeras para que las dejen trabajar. Cuando el Estado no protege, lo termina regulando el mercado y hay trabajo. Pasó con el aborto. En esa clandestinidad perdemos nosotros, los trabajadores y trabajadoras”, opinó.

Por las mismas condiciones de clandestinidad, no hay un registro serio. A nivel país están organizadas en 12 provincias, incluida Neuquén. El sindicato tiene unas 6 mil afiliadas, pero el último censo estatal es de hace 12 años. Entonces arrojó que había 80.000 trabajadores sexuales, entre hombres y mujeres, de los cuales 20 mil ejercían en la calle y el resto en el ámbito privado.

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