AMIA Y EMBAJADA DE ISRAEL
Irán y Hezbollah, responsables de los atentados en Argentina
La Justicia determinó hoy quién ordenó y quién ejecutó los sangrientos atentados en nuestro país.
Después de 32 años del atentado contra la embajada de Israel, y de 30 a la sede de la Amia, la Cámara Federal de Casación Penal sentenció este jueves que los ataques “respondieron a un designio político y estratégico” de la República Islámica de Irán y ambos atentados fueron ejecutados por la organización terrorista Hezbollah.
Los tres jueces de Casación que revisaron este fallo reafirmaron que el atentado debe calificarse como crimen de lesa humanidad. Todos los hechos, incluidos los denominados “conexos” fueron igualmente declarados imprescriptibles ya que estuvieron vinculados de un modo u otro con la desviación del curso de la investigación que impidió, o demoró su avance y la obtención de resultados satisfactorios.
El fallo allana el camino para que la Argentina demande formalmente a Irán, y además la sentencia dictada por los jueces Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Angela Ledesma, incluye una importante definición sobre el derecho a la verdad de las víctimas y sus familiares, y la posibilidad de que demanden a los responsables, entre ellos, al Estado Islámico de Irán.
Casación establece que el ataque a la AMIA fue organizado, planificado, financiado y ejecutado por integrantes de organizaciones que reportan orgánica, funcional e ideológicamente a organismos estatales y paraestatales subordinados al gobierno de los ayatollahs, como es el caso de Hezbollah.
El fallo definitivo de la Cámara Federal de Casación impacta en el escenario político y jurídico mundial,teniendo en cuenta que La Corte Interamericana de Derechos Humanos desde el año pasado estudia si debe condenar a la Argentina por falta de justicia en el atentado contra la AMIA, en un reclamo abierto por Comisión Interamericana de Derechos.
En uno de los capítulos del fallo llamado el “porqué del cómo”, se determinó que la razón de que Argentina quedara en la mira de los terroristas para el ataque fue “la decisión unilateral del gobierno de cancelar tres contratos de provisión de material y de tecnología nuclear acordados con Irán, como consecuencia de un giro de la política exterior operado entre fines de 1991 y mediados de 1992?.
Según se sostuvo, la réplica del estado iraní frente a lo que consideró un intolerable incumplimiento argentino fue la decisión de planificar y ejecutar actos terroristas con explosivos dirigidos contra objetivos judíos y estadounidenses como una forma extrema de presión para que Argentina revirtiera por fuerza de la coacción, su decisión de cancelar esos acuerdos.
