Tras 10 años, la Universidad quiere tener su teatro lírico

Tras zanjar el pleito legal con los arquitectos, por la obra paralizada desde hace 10 años, desde la obra social de la Universidad Nacional del Comahue, se ilusionan con la reactivación de lo que fue planteado como el primer teatro lírico de la Patagonia.  Llegar a un acuerdo y evitar un juicio, le permite ahora a la comisión directiva de SOSUNC buscar financiación para poder terminar una obra, que si bien está avanzada en un 85%, plantea la disyuntiva de continuar y para ello buscar financiamiento externo o dejar que todo lo invertido se pierda por un decidido abandono. No es un tema menor puertas adentro de la institución y al día de hoy, sigue generando polémica porque “todo el presupuesto de SOSUNC está reflejado en ese edificio”.

Después de diez años de conflictos, el mes pasado, el Consejo Directivo firmó un acuerdo con los arquitectos que habían iniciado acciones legales contra la obra social universitaria por honorarios y facturas impagas. Se decidió, por unanimidad del Consejo Directivo, abonar a los profesionales que estuvieron a cargo de la dirección y administración del proyecto, un total de 1.700.000 pesos. Aseguran que es un buen acuerdo, porque es aproximadamente la mitad de lo que tendrían que pagar si se llegara al final del juicio, que se sabe estaría perdido.

Laura Lamfe y Adriana Pernich, del Consejo Directivo de Sosunc, contaron en Noticiero Central Segunda Edición que la ambiciosa obra está planteada como “un teatro lírico como máximo requerimiento pero también puede usarse para ballet, obras de teatro, etc. Tiene una capacidad para 510 personas”.

Con una inflación creciente, las autoridades de SOSUNC no arriesgan una cifra para culminarlo, pero en líneas generales, se estima que terminar el teatro lírico demandará unos 22 millones de pesos. “Esta decisión de llegar a un acuerdo judicial, se tomó por unanimidad del Consejo Directivo, compuesto por 9 miembros en total. Y se decidió, porque de todas formas, el juicio iba a seguir. Es difícil porque acá, está todo el presupuesto de la obra social y los materiales invertidos se siguen deteriorando, incluso algunos que están en el subsuelo, ya se perdieron”, explicó Laura Lamfe. No obstante, la profesional reconoció que es un tema polémico entre los afiliados y los beneficiarios, unos 8 mil en total, por la inversión que requiere reactivar este oneroso sueño, iniciado hace muchos años, en una ciudad de Neuquén incluso, ampliamente superada en crecimiento y demandas.

Entre las opciones posibles, sin poder siquiera estimar plazos por ahora, se evalúa buscar fondos a través de gestiones con el Estado. Y además, se adelantó que en la obra, se prevé darle autonomía por un lado al teatro lírico propiamente y por el otro, a la confitería planificada como espacio complementario; para lo cual no descarta incorporar socios que pueda explotar el emprendimiento.

Dada la demora, quizás muchos desconocen dónde está emplazado el edificio: se encuentra sobre avenida Argentina, pasando Leloir y pegado a la sede central de la Universidad Nacional del Comahue. Pase y vea.