ENTREVISTA

“No hay estudios que sugieran que salir a correr propaga el virus”

El confinamiento obligatorio y las esperanzas de una vacuna, en un análisis profundo con el médico neuquino, Jorge Calderón.
domingo, 9 de agosto de 2020 · 02:24

Jorge Calderón es un médico médico neuquino, con especialidad en infectología, de reconocida trayectoria en la región. Recientemente, el diario francés Le Monde calificó el confinamiento argentino como la cuarentena más larga del mundo y desde ese disparador, se lo convocó para conocer su opinión, desde una mirada epidemiológica pero atravesada por su impacto social y económico.

El siguiente es el extracto de lo más destacado de la entrevista con Mejorinformado.com

¿Cómo analiza 20 semanas después, esta estrategia del gobierno nacional de confinamiento obligatorio desde el inicio de la pandemia? 

Hay varias aristas para analizar, lo médico, lo social, lo económico, lo político, lo epidemiológico, todos esos puntos son muy difíciles de abarcar en un solo análisis, pero creo que el Gobierno se fijó solamente en el frente interno, al obligarnos a quedarnos en nuestras casas. Y lo externo, que me parece que ya es una política de Estado, fue de despreocuparnos. Recordemos que el virus llegó desde el exterior, alguien planteó en su momento un cierre brusco de fronteras, control estricto de aeropuertos, pero nuestro sistema es débil. Mire lo que pasó en Loncopué, el análisis arroja que vino de Chile, fue desde Neuquén, el comerciante, el contacto, etc, pero nuestras fronteras -insisto- son débiles. Esto no es una novedad, pero lo pongo sobre la mesa ahora: una alternativa era cerrar completamente la llegada externa, es decir, “cuarentenar” o aislamiento obligatorio de toda persona que llegara desde el exterior. Esa hubiera sido una alternativa seria y segura hasta evaluar la situación. Pero, recordemos que el 20 de marzo no teníamos cantidad de test a disposición y no teníamos los lugares preparados. Es decir, todo este tiempo de aislamiento obligatorio sirvió para que el Estado pudiera disponer de la capacidad que tiene ahora; se pudo ampliar la base de la atención médica y eso es fundamental.

¿Estamos en una instancia de la pandemia donde pesa más el factor económico que el epidemiológico?

En este momento luego de 140 días, donde muchísimas personas han visto disminuir sus ingresos por esta situación, sí, porque la presión económica y fiscal sigue al pie de la letra. Las Pymes la están pasando muy mal. Muchas cerraron, pero hay un decreto del gobierno que tienen que seguir pagando sueldos. Eso es injusto. Es decir, seguimos preocupados por tomar ingresos de nuestros contribuyentes. Creo entonces que lo económico está primando, porque nos está ahogando el gobierno nacional y el gobierno provincial. No he visto ninguna actitud desde Provincia o desde la Municipalidad de aflojarle a los impuestos a los contribuyentes. Esto sigue como si no existiera virus, como si todos pudiéramos salir a la mañana. Hay que recordarle al señor intendente, al señor gobernador y al señor presidente que por el número del DNI no puedo vivir, no puedo trabajar, porque tengo que demostrar a cada instante que soy esencial o no. Esas medidas faltaron y eso es lo que hace que hoy se esté discutiendo lo económico sobre lo epidemiológico, al revés del principio, donde hicieron muchísimos anuncios que iba a estar todo cubierto por el Gobierno. Hoy nos damos cuenta, que solamente se preocupan por un porcentaje de la población, llámese “planes sociales”.

¿Qué se sabe hasta ahora del virus y qué modificó de la información que se tenía en marzo?

Lo primero que tenemos que aclarar, qué es un virus. La definición que más nos agrada es que se trata de un parásito intracelular obligado, quiere decir que el SARS COV 2, necesita si o sí la maquinaria de una célula, no puede estar mucho tiempo solo. En este caso el virus ingresa al aparato respiratorio, por la fosa nasal, mucosa, boca, la vía aérea superior de cualquier persona y a partir de ahí comienza su multiplicación y genera lo que todos sabemos, en un porcentaje variable lo que conocemos como Covid 19. El Covid 19 es la enfermedad causada por el coronavirus.  

Sabemos que se detectó por primera vez el 17 de noviembre de 2019, en China. A partir de ahí, hoy a casi 9 meses, hemos aprendido muchísimo. Es fundamental recalcar que no hay expertos Covid 19, ni manuales que guíen en las respuestas. Hemos ido aprendiendo sobre la marcha. Hay una frase que utiliza el Dr. Pedro Cahn (médico argentino especializado en infectología y líder de la lucha contra el VIH/sida en el país) que es muy adecuada. Él dice que ésta es una obra de teatro que se está escribiendo desde el escenario, traducido, vamos día a día, con marchas y contramarchas, se dice y se desdice...estamos aprendiendo. Uno, como médico infectólogo, no es experto en Covid 19, lo que hacemos es practicar y ser médico en un área que es la infectología. En estos 8, 10 meses hemos ido aprendiendo muchísimo. Lo importante es que estamos a mitad de camino, fíjese: hay una segunda ola en Europa, EE.UU no lo puede frenar, Brasil tampoco; es decir, se han intentado tantas estrategias y seguimos adelante.   

En términos epidemiológicos se habla que Argentina, aún espera el pico de contagios. En la región, desde el 20 de marzo a la fecha, se han dado marchas y contramarchas de flexibilización y confinamiento obligatorio, ¿sirve este proceso en términos de prevención?

Vamos a aclarar que en lo epidemiológico son valores simbólicos, son números que intentan dar aproximaciones de lo que puede llegar a pasar. En una palabra, son modelos o simulaciones computacionales, intentan simplificar la realidad, basada en supuestos más o menos precisos. Quiero decir que se trata de acomodar la realidad a los números, que no siempre es tan fácil y comparar la evolución de escenarios alternativos. Pero, debemos recordar que este virus ha dado distintos escenarios en los EE.UU, Brasil o en Europa. Incluso, en la misma Europa una cosa ha sido Portugal y otra totalmente diferente fue Alemania, Austria o Hungría, donde ellos tienen escasos números con total libertad, igual que Francia e Italia, pero estos últimos desbarrancaron. Es decir, somos diferentes todos los países. Estos son modelos matemáticos. Cuándo va a llegar el pico de la pandemia, es muy difícil predecirlo. Recuerden que en junio era el pico, en julio era el pico, en agosto todavía no lo tenemos y seguimos aumentando, es decir, estos modelos son matemáticos y no nos aseguran nada.

¿Si sirven las medidas de confinamiento? Uno tiene que saber, por ejemplo, que hubo algunas medidas que tuvieron valor simbólico y esto tiene que quedar muy claro: no hubo estudios ni experiencias que sugirieran que salir a correr, sólo al aire libre o permitir paseos diarios con niños, fueran un vector de propagación de la pandemia. Esto quiere decir que se dispusieron esas medidas con un valor simbólico y de mensaje social, olvidándonos de los beneficios físicos y emocionales. Hoy tenemos en la consulta, en los consultorios, pacientes con crisis de pánico, de ansiedad, con problemas psicológicos y estamos derivando y nos encontramos con psiquiatras que no atienden, psicólogos que no incorporan nuevos pacientes por la pandemia, es decir, estamos en una encrucijada por el valor simbólico del asesor que dijo que nadie salga, de la guerra que se entabló con los mal llamados runners. Es decir, yo salgo a caminar, a correr o a trotar y soy discriminado y me llaman runner. Esas medidas son contraproducentes y debemos tratar de evitarlas. No estoy de acuerdo con que salir a correr sea un factor de transmisión de la enfermedad. Países europeos, insisto, como Alemania, como Suiza, nunca cortaron la posibilidad de salir a caminar, correr o andar en bicicleta, porque privilegiaron eso y asumieron que los virus, no pueden volar más, de lo que vuela la gota de saliva que elimino al hablar. Eso quiere decir que el contacto estrecho a 15 centímetros es lo que me contagia. Por ejemplo, si yo estoy hablando a un micrófono o frente a un celular, eso contagia. Pero si yo estoy a uno o dos metros como estamos promoviendo, las posibilidades de contagio son prácticamente nulas. Esto es fundamental y debe quedar claro.

Le voy a citar al doctor John Ioannidis, un epidemiólogo de Stanford (EE.UU), que dice: "veo los confinamientos como un fármaco con peligrosos efectos secundarios, cuando su uso se prolonga. Es una medida extrema, un último recurso y los países no deberían confinarse un minuto más de lo absolutamente necesario. Tampoco, uno menos".  A esto debemos agregar que nuestro país y nuestra región, en el peor momento de la curva, es decir cuando están aumentando los casos, tuvo que ceder y pasar a distintas fases de flexibilización. Desde el punto de vista teórico se dice que eso no debería ser asi, pero hay que considerar los factores económicos. Y no debemos olvidarnos algunos puntos fundamentales durante la flexibilización: hay que considerar la velocidad de transmisión, el número de testeos que debe ir en aumento y el rastreo efectivo de los contactos, para el necesario aislamiento. La cuarentena, el aislamiento, no es un concepto novedoso, pero implica darle todo a esa persona para que no salga de su hogar. Si yo estoy aislado en mi hogar, no puedo salir a hacer las compras... ni la lechuga, ni el sachet de leche ni el pedazo de queso. Y debe el Gobierno procurar todas las cosas para que no se mueva esa persona de su hogar. Otro punto fundamental es el rastreo efectivo, es decir, las camas de terapia intensiva. Ese es el monitoreo permanente para ver cómo va el tema. Y acá es donde tenemos que jerarquizar la responsabilidad individual. Es decir, yo como ciudadano paso a ser fundamental en esta pandemia, desde el punto de vista del uso de mi barbijo constante, de evitar lugares cerrados con gente, del lavado de manos, del distanciamiento social, de no tocarnos la cara, evitar compartir mate, los cigarrillos, etc. Se debe entender que donde haya una gota de saliva mía, puedo estar contagiando.

Todo el mundo espera con ansiedad que se pueda producir una vacuna contra el coronavirus: ¿eso nos va a salvar o indefectiblemente igual nos contagiaremos?.

Sí, todos deseamos tener una vacuna porque ahí ya se terminaría un gran porcentaje de los problemas. Recordemos que no hay una vacuna 100% eficaz. Las vacunas que están liderando, que son tres o cuatro, están tomando parte del virus, parte de esa cápsula y parte de esa corona. Recordemos también que se llama coronavirus porque tiene unos puntitos que sobresalen del virus que se llaman spike, eso se codifica y se lo dan al paciente, pero no tiene parte viral, es decir, no hay posibilidad de enfermedad. Lo que se está buscando ahora y esperando los resultados es respecto al nivel de antigenisidad. Toda vacuna se sabe que tiene la prueba de las 10 personas, de las 100 personas y de las 1.000. Ya pasaron esas pruebas con buenos resultados. Ahora están en la parte más importante que vendría a ser la fase 3/fase 4 (es decir, me vacunaron y me pusieron en la calle, se toman en proporción vacunados y no vacunados y se mide la calidad de la respuesta. Dicho de otra manera, se mide en la cancha y basta de teoría). Estamos en esa etapa, que tenemos que esperar los resultados. Algunos dicen que llega ya, pero uno sabe que los entes de control son bastante estrictos y con la mirada que tiene el mundo sobre esta patología, si se comete un mínimo error sería catastrófico. Pero no hay una vacuna totalmente eficaz, lo son en un 70 u 80% en la mayoría de los casos.

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