RECUPERACIÓN

El refugio que cambia la vida de las personas necesitadas

Es uno de los lugares de asistencia a personas en estado de vulnerabilidad en la ciudad de Neuquén, donde la premisa es aportar familia y brindar amor.
jueves, 5 de septiembre de 2024 · 14:42

El refugio Cura Gabriel Brochero es un lugar de contención para personas en estado de vulnerabilidad que está ubicado en la ciudad de Neuquén, en calle Echeverria 140. Es un espacio de pernocte nocturno para personas adultas, varones, quienes por diferentes motivos se encuentran en situación de calle.

Actualmente cuenta con 34 personas asistidas que realizan un trabajo de recuperación, muchos con problemas de adicciones a drogas y alcohol, otros con problemas delictivos, pero todos buscan una salida para poder reencausar sus vidas y encontrar el proyecto para vivir mejor.

En el lugar se realizan diferentes talleres de autoayuda, se hacen terapias individuales y grupales, teniendo como premisa que son una familia y que desde el amor, sin juzgar, se puede comenzar a construir algo nuevo.

Si bien las historias de vidas son distintas, hay patrones que hermanan a quienes buscan ayuda en el refugio. Las pérdidas, el dolor, la incomprensión, el abandono, son algunas de las situaciones que se repiten en los testimonios.

Entre las personas que están en recuperación, Mejor Informado habló con Maximiliano, un joven que se encuentra en el refugio hace un año y siete meses, y quien agradece esta nueva oportunidad que tiene de vivir nuevamente.

“Este lugar a mí me ayudó a recuperar justamente esto que había perdido, que es la confianza con mi familia. Me ayudó a ponerme de pie, me acompañaron mucho en el tema de psicólogos y charlas conmigo”, manifestó Maximiliano.

Destacó que también lo ayudaron con el tema del trabajo, “estuve dos meses trabajando, me caí mal en una depresión y hoy en día, de principio de año hasta ahora, vienen haciendo un trabajo muy, muy, abrazándome, acompañándome”.

Otro de los testimonios, los aportó Marcelo, quien con 40 años se encuentra en el refugio hace 4 meses. “Estaba en situación de calle, mi familia no me hablaba, consumí desde los 20 años, robaba para consumir, manipulaba gente”, indica de cómo era su vida antes de iniciar la recuperación.

Su mensaje para quienes estén en esa situación, es “que se dejen ayudar”. Y destaca que en este lugar le enseñaron a quererse nuevamente: “Este lugar me cambio la vida, estoy ocupando mi mente en cosas diferentes, es otro mundo, un mundo colorido”.

Otra de las personas en recuperación es Martín, que tiene 30 años, oriundo de Junín de los Andes y estuvo realizando una rehabilitación en la provincia de Córdoba. “Me encuentro hace tres meses y medio, ya había estado en Córdoba un año y 8 meses. La primera vez que llegué muy golpeado por el tema del consumo”, indicó.

Respecto a su relación con el refugio, manifestó: “Somos una familia del corazón, aprendiendo a recuperar valores, tratar de empatizar, acá nos acompañan a tomar valor de nuestra vida, a romper vínculos de consumo”.

“Hacemos laborterapia, limpiamos una casa grande, hay diferentes talleres, cuidamos la parquización”, dijo sobre las actividades diarias.

"Cada proceso es individual"

Finalmente, Ana, psicóloga social del equipo reflexionó sobre la tarea que presta este hogar a las personas que buscan contención

“Cada proceso es individual, se va trabajando según cada pibe, la idea es poder proyectar con ellos, hacer un proyecto de vida. Abrazándolos como vienen, somos una familia muy grande”, reflexionó.

“Hay amor, contención y no juzgar. La idea es que salgan de la calle, del consumo de esta enfermedad que no pueden parar y va reventando todo, se va reventando la familia. Es una bomba de tiempo, cada vez los pibes son más jóvenes y consumen, cada vez hay pibes más chicos en situación de calle y se van reventando la cabeza”, señaló.

Asimismo, dijo que la recuperación de cada persona es un proceso día a día y asegura que sobre todo con “amor” se puede salir adelante.

“Somos una familia con todos los problemas, un día estamos bien, otro día nos peleamos todos, otro día estamos felices, otros días tenemos para comer y otros días no, así que somos una familia”, comentó.

El refugio cuenta con seis voluntarios, más la cocinera, la dirección, integrantes de ONG, donde todos los talleres que se dictan son voluntarios y actualmente cuentan con 34 personas en situación de recuperación.

 

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios