Como un narco: Secuestró, torturó a un hombre y lo soltó en el oeste neuquino

Luego de varios meses, desde la fiscalía neuquina buscan condenar a un hombre acusado de secuestro, tortura y uso de armas de fuego en el oeste neuquino. El hecho de extrema violencia tuvo lugar el pasado 7 de mayo en el barrio Cuenca XV y ahora esperan ponerle fin al curso legal y dictaminar una condena para el atacante.

Es un hecho insólito. El acusado, alegando el robo de un auto, irrumpió en la casa de la victima junto a otras tres personas con armas de fuego a pocos minutos de la medianoche. La razón de su visita era culpar al hombre haberle robado el auto que él mismo le había vendido días atrás. 

Digno de una película de narcos mexicanos, le apuntaron con armas de fuego y lo obligaron a sentarse en el asiento trasero de una camioneta con un matón de cada lado. Durante el pequeño y corto viaje lo amenazaron de muerte mientras le apuntaban con los revólveres en la cabeza. Lo bajaron en la barda en las inmediaciones de la Autovía Norte y a la luz de la luna lo golpearon y lo dejaron ir bajo la amenaza de que si no aparecía el auto lo matarían. 

Al otro día, a tan solo pocas horas de lo sucedido, el atacante volvió junto los patoteros y lo molieron a golpes. Cuando la víctima pudo zafarse de esa situación le dispararon a quemarropa sin lograr acertar un tiro. Según las pericias policiales, estiman que fueron al menos cinco los disparos. De momento no lograron identificar a los matones que acompañaron al acusado, pero esperan que en las próximas horas se conozca información bajo la promesa de disminuir una posible condena. 

Pese a que en la etapa de investigación desde la defensa siguieron acusando a la víctima por ser responsables del robo, desde la fiscalía hicieron caso omiso por la falta de pruebas y le dieron curso a la grave acusación de portación de armas de fuego, secuestro y tortura.

Aún no fue confirmado si finalmente apareció el auto, pero lo cierto es que no lo podrá usar porque lo más probable es que termine tras las rejas. Las películas de acción ya llegaron a Neuquén y desde la Justicia no quieren que la ficción se siga mezclando con la realidad.