ENTREVISTA
La actualidad de Naldo Labrín, maestro musical neuquino
Compositor y autor de numerosas obras del cancionero latinoamericano, su trayectoria se apoya en una catarata de canciones que se despliega en toda América.Naldo Labrín es un compositor y autor de numerosas obras del cancionero latinoamericano. Su trayectoria se apoya en una catarata de canciones que "labran y semillan" la tierra de América. Comenzó su carrera en “ Las Voces del Sur”, luego integró y fundó diversos dúo y grupos como Huerque Mapú. Además, se ganó un lugar importante en la canción rioplanense, ya que fue durante muchos años la primera guitarra de Alfredo Zitarrosa.
“Romance de la alegría” junto a Armando Tejada Gómez, “Canción al canto de mi tierra” con Roberto Yacomuzzi, “Alfredianas”, “Para nombrar la paz” con Marcelo Berbel y “Niña Vallejos” con Edgar Morisoli, son algunas de sus composiciones más importantes.
Una vida dedicada a la música que lo inspiró para crear la Orquesta Sinfónica de la Provincia del Neuquén en el año 2000, aún vigente como continuidad de su tarea como director de orquesta y coros en distintos lugares y tiempos. Amigo y compañero cercano de grandes referentes del arte en toda América, Labrín brindó una entrevista en el programa Así Estamos por Mitre Patagonia.
Naldo, ¿estás trabajando como siempre?
Por un lado, siempre trabajando en música, y por otro, trabajando con la ministra Julieta Corroza en asesoramiento cultural. Me lleva mucho tiempo todo eso. Yo había prometido no volver nunca más...
¿Al Estado?
Sí, al Estado. Rechacé tres veces el ofrecimiento y después, al final, acepté.
¿Estás trabajando en la formación de un nuevo coro?
Ya está el coro, un coro bastante grande. Digo grande porque siempre he manejado agrupaciones chicas. Me siento más cómodo. Y esta vez la inscripción fue bastante importante, así que estamos trabajando para debutar en julio con un repertorio argentino y de América y de la música universal.
¿En qué institución está el coro y cuánta gente participa?
La Legislatura provincial. Hay entre 35 y 36 personas que participan.
¿Tienen repertorio argentino y latinoamericano?
Sí, además algunas obras de Mozart y otras de esas clásicas que hay. Hay un concepto bastante antiguo en que si haces música europea sos un buen coro. Es una falacia porque no es real. Hay mucha mejor poesía en América y en Argentina que las de Brahms o de Schubert que son realmente lamentables las letras. Romanticona, pero decadentes. En América y en Argentina hay una poesía fantástica, que está metida ya en el plano coral porque hemos musicalizado muchos músicos a poesía popular.
Para hacer, llevar a un repertorio de coro una determinada música, ¿hay alguna cuestión a tomar en cuenta o cualquier obra musical puede ser adaptada para un coro?
Bueno, Mozart escribía para los cabarets. Así que...
¿Se puede adaptar?
Estamos en condiciones de adaptar cualquier cosa. Si yo tomo cualquier obra popular y la arreglo para los coros, suenan bien, no hay un esquema determinado. Es una estructura coral.
Pero eso tiene más razones políticas, ideológicas que técnicas, ¿no?
Si, es verdad. La primera manifestación del hombre fue la flauta de pan hecha en piedra. Y lo segundo fue el canto. El canto gutural, el canto como en su momento debe haber sido una expresión extraña, sentida del hombre. A través de los tiempos, de los siglos, eso se ha ido perfeccionando. Más en Europa, ¿por qué? Porque en Europa, digamos toda la humanidad se fue conformando ahí a través de Cádiz. Desde el África fueron llegando, conformando sociedades. Y ahí empezó a nacer este tipo de música. ¿Por qué traigo esto a colación? Porque hay que ver los vasos comunicantes que han hecho que nuestra música en Argentina, principalmente, que hay mucha tradición coral, haya llegado más prontamente lo que era la concepción coral europea. Y desde hace algunos años a transformar en una concepción más con raíces de nuestros pueblos. En esas canciones está la poesía de Manuel Castilla, Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, Jaime Dávalos, el mismo Atahualpa Yupanqui, que fue un gran poeta, entonces se adquieren ciertos grados de altitud y de calidad que tranquilamente podemos decir que estamos a la altura de Europa.
Pero, ¿es reconocido eso en Europa?
De a poco, no mucho, pero sí lo reconocen. Hay gente europea de importancia que hace tiempo que viene hablando de esto. Cuando estudié las cantatas de Bach en México, había un alemán que nos daba clases, sabía mucho de Bach, y nos decía siempre, "no traten de cantar a Bach a la europea, porque ustedes no son europeos. Nunca van a poder cantar como un alemán a Bach, obviamente. Hagan su propia versión".
Vos que estuviste muchos años en México, ¿hay una influencia musical que venga de los aztecas?
Casi nada. Porque no quedan registros de los mayas, de los aztecas, no quedaron registros. Sí quedaron conceptos muy importantes. En el frente del edificio de la Facultad de Filosofía y Letras hay una frase de los aztecas que dice "no para siempre, sólo un momento hemos venido acá; sólo un instante para seguir andando". Entonces la finitud del tiempo para ellos la tenían totalmente clara, Los mismos mayas tienen una cultura fantástica, grandiosa, que dejó muchas enseñanzas desde el punto de vista de la concepción del universo. A mí me tocó hacer la música del espectáculo de sonido y música de la ruina de Chichen Itzá, una cosa que gané por concurso de oposición y compuse la música. Estuve tres meses en Chichen Itzá tratando de buscar algo. No hallé nada. Hablé con muchos mayas que eran de familias tradicionales y me llevaban a ver las figuras rupestres.
Claro, porque seguramente música han tenido.
Siempre el ser humano donde estuvo, tuvo música.
Lo mismo acá, en la Patagonia, con los pueblos. Con los pehuenches, los tehuelches, los mapuches, ¿Tuvieron algún tipo de desarrollo musical?
Claro, estuve algún tiempo trabajando con Gregorio Álvarez cuando era muy joven yo y lo acompañé a varios guillatunes y escuchábamos a las machis tocar el cultrún y cantar. Una letanía, una cosa que si uno lo ve de repente, desde el punto de vista académico, son tres notas nada más. La fuerza estaba en el ritual, no en la calidad musical.
¿La complejidad musical.?
Claro, y eso forma parte también de un descubrimiento, un proceso de uno para ver qué significaba para ellos eso.
En tu experiencia como compositor, ¿reconoces alguna influencia fuerte de alguna música en particular en tu propia obra?
Sí, uno viene formado por muchas corrientes, tanto europeas como latinoamericanas.