BOSQUES NATIVOS

¿Cómo es la primera reforestación de la Patagonia?

Este verano ardieron más de seis mil hectáreas de bosque en la zona que une Bariloche con El Bolsón. Ahora, un grupo de colaboradores y organizaciones ecologistas ponen en marcha la primera restauración forestal de la región.
viernes, 13 de mayo de 2022 · 07:28

Por Ceci Russo
Desde Bariloche

 

El verano pasado, ardió la zona del Cañadón de la Mosca, un sector ubicado sobre Ruta 40, entre Bariloche y El Bolsón. El fuego arrasó con 6500 hectáreas. Lo que hace unos meses era un bosque lleno de vida, hoy es un ecosistema quemado.

Meses después, organizaciones ecologistas, personal del Parque Nacional Nahuel Huapi, emprendimientos verdes y vecinos de la zona, comenzarán a trabajar en la primera parte de la restauración forestal, plantando más de mil árboles nativos. 

 

 

Meses ardiendo

El incendio que puso en alerta a toda la población cercana a Bariloche, El Bolsón y parajes aledaños comenzó en la zona conocida como Complejo Lago Martín, el 7 de diciembre por un rayo que cayó en las cercanías del lugar.

El fuego se mantuvo por semanas, tratándose de una zona compleja en su superficie y de reserva estricta. Los días más críticos fueron antes de fin de año, cuando por efectos del viento el fuego avanzó hacia el sudeste llegando a pocos metros de la vivienda de un guardaparques de la seccional Villegas y de la ruta nacional 40, y amenazando a poblaciones cercanas como El Manso y Río Villegas. 

 

 

El incendio se logró contener en varios sectores, especialmente hacia el sur de los lagos Martin y Steffen y en el cerro Santa Elena, pero mantuvo actividad al norte de los espejos de agua, hasta que, finalmente, en marzo se logró contener el último foco que quedaba activo.

Durante los tres meses que duró el incendio, trabajaron cientos de brigadistas, bomberos y personal de parques nacionales; una multitud de vecinos y trabajadores del río y la montaña colaboró para evitar el avance de los diferentes focos. Y con esto, cerca de 6500 hectáreas de bosque y vegetación terminaron quemadas. Una postal que enamoraba por su color verde y frondosidad, hoy son áreas negras, chatas y carbonizadas. 

Pero la vida y la naturaleza se abren camino. 

 

El camino de la recuperación

Durante los fines de semana del 14 y del 21 de mayo se realizarán jornadas de plantación de árboles nativos en la Seccional Villegas – Cañadón de la Mosca, la zona más afectada por el incendio durante la última temporada de verano.

La actividad es convocada por el Parque Nacional Nahuel Huapi, en conjunto con el emprendimiento Wuelche, alumnos de las escuelas de El Manso y la organización Circuito Verde. 

Queremos invitarlos a formar parte de la primer restauración de esta zona, y a ayudar a la naturaleza a recuperarse, y volver con más fuerza”, expresan con felicidad desde la organización.

 

 

Así, a través de donaciones de 8.700 plantines de especies nativas se comenzará a reforestar parte de la zona que fue devastada por el incendio. Durante la primera jornada se van a estar plantando 1300 lengas en la Zona de la Seccional Villegas, las cuales se colocarán para arriba de los 900 metros ya que requieren de más altura

Además, se trasladará a 70 voluntarios hasta la zona del Cañadón de la Mosca donde se plantarán 400 ejemplares de ciprés, laura, coihues y ñire. Para esta jornada, también se convocó a las comunidades educativas de Villegas y El Manso.

En tanto, el 21 y 22 de mayo, otra empresa plantará otros 7.000 plantines.

 

 

“Esto es solo un inicio. La intervención en el área incendiada será a largo plazo. Ya tenemos los informes técnicos con el grado de afectación del área, los sectores donde hay recuperación natural y aquellos a dónde habrá que intervenir”, asegura Raúl Romero, coordinador de Conservación y de Uso Público del parque Nahuel Huapi.

Y detalla que ya se pudo identificar “una recuperación natural en el área incendiada, especialmente en aquellos lugares donde el fuego pasó más rápido”. 

Ayudó mucho la lluvia del otoño y la nieve que juega un rol importante para mantener la humedad del sueño. Esta, sin dudas, es la época más propicia para reforestar. A partir de septiembre, ya viene un período de mayor calor en el que no es conveniente plantar”, explica Romero.

Para colaborar

Es importante resaltar que este encuentro no es abierto a todo el público, dado que ya se completó el cupo previsto de participantes, y para realizar la actividad cada voluntario debe contar con un seguro que se gestiona días previos al evento.

La segunda jornada se realizará el sábado 21 y domingo 22 en la misma zona, entre las 8 y 18, a través de la iniciativa llevada adelante por el emprendimiento Trown Gorras, una empresa que se gestó con un propósito medioambiental: Por cada gorra que se vende, plantan un árbol en zonas de la Patagonia que hayan sufrido incendios.

 

 

Para esta ocasión, la inscripción se encuentra abierta. Para participar como voluntario contactarse a voluntarios@trown.com.ar con los siguientes datos: Nombre completo, DNI, fecha de nacimiento, mail y celular.

Estas propuestas de plantación se presentaron al Parque Nacional con varias semanas de anticipación a cada evento, y fueron evaluadas por el equipo interdisciplinario del área protegida que se conformó en el marco del “Plan de restauración ambiental y social de la zona afectada por el incendio en el Parque Nacional”.

Pensar en futuro

Los incendios que arrasaron con los bosques de la Patagonia, son sólo ejemplos de lugares donde las llamas ardieron, pero que no dejan de ser un lugar más; podría haber sido la casa de cualquiera.

Son lugares testigos de lo que la ciencia predijo hace varios años: “frente a un escenario de cambio climático, se esperan condiciones de aumento de temperatura y disminución de las precipitaciones en Patagonia Norte”. Y si eso lo combinamos con una alta concentración de material seco, inflamable en el bosque, la combinación explosiva es fatal. Y es lo que se vivió en nuestros bosques.

 

 

Con esto, organizaciones ecologistas como Circuito Verde se preguntan: ¿Qué podemos hacer nosotros?; desde nuestro cotidiano, ¿qué rol tenemos? ¿Cómo estamos contribuyendo al cambio climático? “Si todos estamos contribuyendo, entonces todos somos responsables”.

“Contribuyamos desde lo que podemos, comprando local, andando menos en auto, buscando fuentes de energía renovable. Separemos los residuos, hagamos compost. No hagamos fuego en lugares que no están habilitados. Visibilicemos lo que está pasando, pero en vez de preocuparnos, ocupémonos. Todos podemos hacer algo”, alientan.

“Tenemos mucho poder en nuestras manos, usémoslo a favor del ambiente, que a la larga también es a favor de todos”.

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