Camino a la libertad

Después de 15 años encerrados y 70 horas de viaje, cuatro tigres de Bengala abandonados por un circo ambulante en San Luis, Argentina, llegaron al santuario de Belén en Sudáfrica.

Gustavo, Mafalda, Messi y Sandro, vivían en condiciones insalubres en un vagón de tren, en la localidad puntana de Justo Daract.

Dos de los tigres, un macho y una hembra, fueron abandonados por el dueño de un circo, prometiéndole al agricultor que quedó a su cuidado, que volvería a buscarlos, algo que obviamente no ocurrió.

Con el tiempo, la pareja de tigres tuvo descendencia y así llegaron a este mundo dos cachorros, que desde que nacieron no conocieron otro espacio que el vagón del tren. Así, los cuatro felinos, compartieron el vagón jaula de 75 mts.2  durante un larguísimo tiempo.

Afortunadamente la historia de estos animales, llegó a oídos de Amir Khalil, médico veterinario y jefe de la misión Four Paus, quien junto a sus colaboradores, se puso a trabajar en la misión de rescatarlos y hoy ya recuperaron su libertad y su felicidad, aunque muy lejos de casa.

 El tiempo de traslado fue muy largo, hubo que hacer varias paradas para que bebieran y comieran, además de controlar su estado físico, sobre todo el de Sandro, que ya es un tigre de edad avanzada, pero que afortunadamente soportó muy bien el viaje y ya los cuatro están comenzando una nueva vida.

Al llegar, no se sabía cuál sería su reacción, si querrían salir de los contenedores, si sentirían temor a lo desconocido, pero no hubo complicaciones, de inmediato salieron a olfatear y probar la hierba fresca que les dio la bienvenida.

Cuando fueron liberados de las jaulas en que fueron transportados desde Argentina, los cuatro tigres fueron alojados en pareja, en dos recintos separados.

La actividad posterior demostró que quieren defender y asegurar un nuevo espacio, así que ahora deben estar tranquilos y adaptarse a la zona, al nuevo territorio.

Permanentemente están siendo monitoreados por el equipo de rescatistas por si es necesario que reciban asistencia veterinaria.

El próximo paso será ubicarlos en recintos circulares bien amplios, que siguen la forma natural del terreno, para que puedan desplazarse con absoluta libertad.

El santuario sudafricano, tiene amplias áreas de pasto con arbustos y árboles y también espacios naturales protegidos, donde los animales pueden descansar tranquilamente.

A éstos cuatro tigres les espera una nueva vida a la que tendrán que adaptarse de a poco, paso a paso.

El Dr. Khalil, pide que los gobiernos tomen más medidas para prohibir la tenencia y cría de animales salvajes, por parte de particulares y de empresas.

La responsabilidad también es de todos nosotros. Tenemos el deber de denunciar éstas situaciones, de desalentar los espectáculos con animales y de involucrarnos en la liberación de cualquier especie que se encuentre en cautiverio.