Vilas y Borg; la amistad más allá de la rivalidad

Guillermo Vilas y Bjorn Borg dominaron por casi una década el mundo del tenis, fueron los máximos exponentes de un deporte donde el individualismo y egoísmo fue marca registrada de esta disciplina.  Mucho se habló de su rivalidad dentro de una cancha,  pero lo cierto es que su amistad siempre estuvo más allá de la finales que supieron disputar.

Mucho de esto deja trascender el documental  que el año pasado estrenó la plataforma Netflix,  "Vilas: Serás lo que debas ser o no serás nada".

. El marplatense, ganador de cuatro Grand Slam -dos Abiertos de Australia (1978 y 1979), un Roland Garros (1977) y un US Open (1977)- fue protagonista de una década sin precedentes, que lamentablemente no logró coronar con el ansiado puesto Nro 1 del  ranquing de la ATP. Situación que lo llevó a peregrinar por diferentes estamentos mundiales para ser reconocido.

Más allá de esta situación Vilas supo forjar dentro del circuito profesional, a pesar de su carácter osco,  grandes amistades que perduraron en el tiempo.

Una de ellas es la que comparte con el sueco Bjorn Borg, quien estuvo de visita en la casa del gran Willy en Montecarlo, aprovechando su paso por la ciudad monegasca en el marco del Masters 1000 que se disputó hace unos días atrás.

"¡¡¡Agradecemos profundamente a la familia Borg -Patricia y Bjorn- por visitarnos hoy en Mónaco!!! Siempre es un placer tenerlos cerca y ver la gran amistad que Bjorn construyó con Guillermo más allá del tenis y que siguen manteniendo. Gracias de corazón", escribió la familia del argentino en sus redes sociales.

Vilas y Borg jugaron en 22 oportunidades, con 17 victorias para el sueco y 5 para el argentino. El primer choque fue sobre el polvo de ladrillo de Buenos Aires, donde Willy se impuso en la final para sumar el primer título de su carrera. Y el último en 1980, en la Copa de las Naciones que se disputó en Alemania, también con triunfo de Willy.

Borg, sin embargo, se quedó con los duelos más importantes del historial. Las dos finales que jugaron en Roland Garros. La primera en 1975, cuando se impuso en set corridos por 6-2, 6-3 y 6-4; y la segunda, en 1978, ocasión en la que ganó 6-1, 6-1 y 6-3. 

Más allá de esa "rivalidad deportiva", Vilas y Borg disfrutaron fuera de los courts de una linda relación. Y cada vez que la vida los vuelve a cruzar aprovechan para recordar los momentos que compartieron en sus carreras. Escena poco habitual en los tiempos modernos de este deporte.

La “juntada” supo realizarse muchos años en el Monte Carlo Country Club durante el torneo que se celebra allí cada temporada, pero el desmejoramiento en la salud del argentino imposibilitó últimamente la charla habitual entre estos dos campeones.

Antes de este último encuentro y ya con Vilas en un evidente estado de salud deteriorado , en el año 2018,  Borg se hizo un tiempo para visitar al “Gran Willy”. La foto que publicó el sueco después de una larga conversación con su rival y amigo,  atestiguó la amistad y cariño que ambos se tienen : "Mejores amigos para siempre”, fueron las palabras con que remató la imagen publicada.

Hoy, mientras Vilas atraviesa un delicado momento de salud, que lo mantiene desde hace un tiempo alejado de la vida pública, sigue recibiendo el apoyo del sueco, que volvió a visitarlo en su propia casa.