La historia de Franco Mastantuono en el fútbol argentino está llegando a su capítulo final, pero no sin dejar huella. A sus 17 años, el juvenil que deslumbró con la camiseta de River Plate será transferido en los próximos días al Real Madrid de España en una operación que ya figura como la más costosa entre clubes en la historia del país. Nada menos que 45 millones de euros limpios para el club de Núñez.
El número, ya de por sí impactante, será apenas un prólogo frente al siguiente dato que escribirá el azuleño en el libro Guinness del fútbol argentino: según trascendió tendría una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Sería un blindaje impensado hasta hace poco, que lo pone al nivel de Vinícius Júnior, Jude Bellingham o Eduardo Camavinga.
En Madrid lo consideran un talento generacional. No sólo por lo que ya mostró en Primera, sino también por su mentalidad. La proyección es tal que la Casa Blanca lo asegurará hasta junio de 2031, con la mirada de Xabi Alonso puesta en su desarrollo. El club merengue activó el mecanismo anti-jeques que hoy se volvió una norma entre los grandes de Europa.
Lionel Scaloni, que lo citó para la Selección Argentina, y lo hizo debutar ante Chile en la selección mayor y lo tendrá en el partido ante Colombia por las Eliminatorias Sudamericanas.
Por normativa FIFA, el pase se oficializará recién el 15 de agosto, cuando Mastantuono cumpla la mayoría de edad. Hasta entonces, su calendario estará marcado por el Mundial de Clubes con River, que será su despedida definitiva. No jugará el arranque del Clausura ni la Libertadores. Su foco estará puesto en Estados Unidos, donde todos querrán ver al chico que compró el Madrid.
La operación total supera los 60 millones de euros, sumando impuestos, comisiones y el cargo de territorialidad que impone España a fichajes sudamericanos. Para River es un alivio financiero enorme, aunque también un adiós prematuro a un jugador que apenas comenzó a dejar su sello.
De esta forma, se convertirá en la transferencia más cara en la historia de River, superando así a nombres de la talla de Enzo Fernández, Javier Saviola y Julián Álvarez. Hasta hace dos días, el pase del hoy volante de Chelsea era el más caro que había hecho el Millonario. En bruto, si se cuentan las cuestiones impositivas y los objetivos alcanzables, Benfica desembolsó más de 32 millones de euros.