El mercado de pases argentino nunca descansa, ni siquiera en las últimas 24 horas. Y cuando parecía que Racing tenía todo cerrado, Agustín Almendra volvió a sacudir el panorama con una decisión que no cayó bien en Avellaneda: llamó a Guillermo Barros Schelotto para irse a Vélez, el club que dirige el Mellizo, quien lo hizo debutar profesionalmente en Boca.
Almendra llegó a Racing en medio de polémicas tras su conflictiva salida del Xeneize. Declarado hincha de la Academia, hasta se tatuó los colores del club en su piel y habló de “sentirse en casa”. Sin embargo, en los últimos meses perdió terreno en la consideración de Gustavo Costas y busca minutos para recuperar protagonismo.
El mediocampista no sumó minutos en la última victoria ante Belgrano y, con el cierre del mercado a la vuelta de la esquina, no dudó: levantó el teléfono y se comunicó con Barros Schelotto para tantear la chance de ponerse la camiseta de Vélez.
Pero la movida no cayó bien en Racing. Desde la dirigencia, liderada por Diego Milito, fueron tajantes: no están dispuestos a reforzar a un rival directo, ni en el Torneo Clausura ni pensando en un eventual cruce en la Copa Libertadores. Aunque ambos equipos están en zonas diferentes del torneo local, podrían enfrentarse en cuartos de final del certamen continental si superan sus series ante Peñarol y Fortaleza, respectivamente.
El cuerpo técnico, que aún lo considera parte del plantel, no pondrá trabas si decide emigrar, pero desde el club buscarán ubicarlo en el exterior y evitar un pase interno que pueda volverse en contra. Lo que parecía una historia cerrada con final feliz para Almendra en Racing, vuelve a tener un capítulo inesperado, con la camiseta del Fortín como posible destino.