EDITORIAL
Entre el meeting o el acting
La presencia de Felipe Sola, Mirta Tundis, Cacho Alvarez, todos referentes de primera línea del armado político de Sergio Massa, en el acto del jueves fue muy esperada por los dirigentes de NCN. De hecho el acto no empezó hasta que las visitas no estuvieron en la sala. Pero su protagonismo quedó absolutamente diluido al no subir al escenario y no pronunciar palabra ante el auditorio. Es cierto que el protagonista era Quiroga, pero su respaldo político nacional-el massismo- también es importante, el esfuerzo que hicieron por estar en el lanzamiento no se vio reflejado en acto. Otro ejemplo de como se sacrificó una importante presencia un función de la puesta en escena. Llegaron en vuelo privado, saludaron –ni subieron al escenario- y se fueron. No dejaron ni una huella. Esta es otra de las cosas que marca la diferencia entre un acting y un meeting.El jueves por la noche fue el día elegido por Horacio Quiroga para hacer la presentación de su candidatura a gobernador de la provincia ante la sociedad neuquina. El lugar elegido fue la sala donde habitualmente se presentan espectáculos artísticos en el casino de Neuquén. Mala asociación, política y casino. No lo vieron así los organizadores. Pasa, suele pasar. El lugar elegido y el estilo de acto tuvieron mucho de puesta en escena. Se notó la mano del marketing político. Quiroga no parecía Quiroga, el cuidado en las formas le quitó lo esencial, "el espíritu Pechi” estuvo ausente el jueves en el acto.
El esfuerzo por mostrarlo con imagen de gobernador hizo que se perdiera lo que ha hecho de Quiroga lo que es. El discurso leído y en un tono de maestro de escuela le quito la fuerza y la vehemencia que suele tener su discurso. La oratoria de Pechi y su espontaneidad no estuvieron en esta presentación. A lo mejor es un costo que estaba en el cálculo de los organizadores. Fue una bonita puesta en escena, un acto muy a la americana con escenografía y guión. Habrá que preguntarle a los referentes del Frente Renovador si se fueron contentos con su escaso protagonismo.
La presencia de Felipe Sola, Mirta Tundis, Cacho Alvarez, todos referentes de primera línea del armado político de Sergio Massa, en el acto del jueves fue muy esperada por los dirigentes de NCN. De hecho el acto no empezó hasta que las visitas no estuvieron en la sala. Pero su protagonismo quedó absolutamente diluido al no subir al escenario y no pronunciar palabra ante el auditorio. Es cierto que el protagonista era Quiroga, pero su respaldo político nacional-el massismo- también es importante, el esfuerzo que hicieron por estar en el lanzamiento no se vio reflejado en acto. Otro ejemplo de como se sacrificó una importante presencia un función de la puesta en escena. Llegaron en vuelo privado, saludaron –ni subieron al escenario- y se fueron. No dejaron ni una huella. Esta es otra de las cosas que marca la diferencia entre un acting y un meeting.
Acto y potencia
Aunque no es la pretensión de este columnista hablar de la doctrina aristotélica es bueno recodar aquella definición de acto y potencia. Entendiendo al acto como el aquí y ahora de una cosa o entelequia y la potencia, la posibilidad de ser algo. Quiroga gobierna hoy la ciudad más importante de la provincia y pretende destronar al partido que gobierna Neuquén desde hace 50 años. Tiene una bien ganada reputación como jefe de gobierno capitalino y está en la categoría de esos gobernantes que se encaminan al bronce. Es innegable que de su mano la ciudad se transformó, dejando atrás su perfil pueblerino y asumiéndose como la gran ciudad de la Patagonia argentina. Todo eso acredita y respalda su pretensión de llegar a la gobernación de la provincia. Esto sumado a su indisimulada vocación de poder le da el perfil justo para la empresa que emprende.
Su potencial está en la capacidad de construir una alianza con quienes se sumen a una propuesta de cambio. Y este cambio es además una invitación a modificar un comportamiento político que lleva medio siglo de experiencia en la provincia. Implica tentar a la sociedad con una nueva forma de hacer las cosas. Es una aventura épica.
También para acompañar esta patriada está Ramón Rioseco, un dirigente cuyo perfil es el de un dirigente tallado a hachazos. Su historial político demuestra que nada le fue regalado ni le vino dado. Su actuación pública nace junto a la comunidad en la calle en momentos en que Cutral Có paría para el mundo una nueva versión de lucha ante la ruptura del contrato social. Fue en épocas de refundación cuando Rioseco se incorporó a la vida pública y justamente en estas épocas de nuevas ilusiones de la provincia es cuando el jefe comunal pretende gobernarla.
Hasta ahora todos los analistas sostienen que Quiroga y Rioseco son los únicos dos dirigentes que superan el umbral de los 20 puntos en imagen positiva y algunos hasta se animan a decir que es intención de voto. Esto último es algo improbable. Pero si es cierto que ambos tienen una alta valoración y ambos son dos referentes opositores al gobierno de la provincia.
Los dos desafíos que deben afrontar no son poca cosa. En primer lugar deben armonizar pretensiones y discurso político. Uno es un liberal de tendencia conservadora, admirador de Julio A. Roca y el otro en un dirigente de cepa peronista que no tiene nada que ver con aquella concepción política de Quiroga. Ambos quieren ser gobernadores y los dos sostienen que están en condiciones de ser el número uno. También los dos tienen respuesta para cuando se les hace notar que no siempre la suma de sus imágenes arroje un resultado matemático "hicimos la proyección y los números dan que retendríamos una cantidad importante de votantes” responden de manera casi similar. Desde el entorno de ambos se sostiene que una fórmula integrada por los dos estaría en el 36% de las preferencias. Eso es potencia, mientras tanto el acto es que son dos dirigentes que deben sentarse y acordar. Por ahora viven sus 15 minutos de gloria, que es lo que se disfruta en el mientras tanto. Mientras se es potencia.
M.E.G.