Cree que todos son de su condición

Cree el Senador ...  que todos son de su condición. Este sábado 31 de enero el Senador Guillermo Pereyra atendió uno de sus mostradores. Se sacó una foto con su adversario interno y le prometió apoyo. Consultado por la prensa, repartió sus elogios a Omar Gutiérrez con dedicatorias poco amistosas hacia el espacio que hemos conformado junto a Ramón Rioseco.
Dijo, palabras más, palabras menos, que para gobernar no es necesario el valor, sino las ideas y la creatividad. Él entendió el valor como sólo sabe hacerlo y lo emparentó con el coraje, por ende con el gesto adusto y –cuándo no- con algún gusto extemporáneo por la violencia.
La grosería de su error es comparable con la pequeñez de su análisis, que apenas se soslaya con el esfuerzo intelectual de tomarlo "como de quien viene”.
Nuestro slogan de campaña más importante ya se ha difundido: "Valor para gobernar”.
Sin ánimo de explicaciones que rocen la redundancia, me permito aclararle al viejo dirigente sindical que, en nuestro caso, el valor que buscamos compartir con el electorado contiene el sentido que asumimos cuando decidimos sentirnos neuquinos: El valor de la democracia, del respeto a los derechos humanos, del cuidado de la vida y la búsqueda eterna de la justicia social. Para gobernar, pensamos, se necesita el "valor neuquino”, esa sumatoria ya descripta que hace a nuestra identidad.
Claro está, el "valor” que queremos representar también se ata a la altiva proeza de nuestros pioneros y se enlaza con los impetuosos ríos que nos marcan los límites. Se necesita valor para no tentarse con los dineros fáciles del petróleo y reinvertirlos en producción sustentable, en energías renovables, en sustentabilidad social, en crecimiento y en desarrollo para la felicidad del pueblo.
No vemos ese valor en el actual gobierno, que ha sucumbido a la miel extractivista y dilapida los recursos en los gastos corrientes, aprovecha la bonanza para la contratación de mano de obra electoral y soluciona los agujeros financieros asumiendo deuda.
Nada más alejado del modelo que defendemos desde el 25 de mayo de 2003 y que se expresa –entre tantas otras cosas- en la defensa del trabajo como fuente de paz social, que nos ha permitido a todos los argentinos pasar del 30% de desocupación al 6,7% que hoy orgullosamente exhibimos, como ejemplo de la inclusión social.
El valor que sostiene nuestro espacio también es el de la coherencia. Llama la atención la ausencia de ella en las palabras y los actos de Pereyra. Él, que acuso de traidor a Sapag por haber apoyado en público la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner, acaba de anunciar que trabajará para la de Sergio Massa en las próximas elecciones. ¿A quién apoya entonces, realmente Pereyra, al candidato de su partido o a aquél que dice apoyar Sergio Massa? ¿Con qué parámetros creerá que la suya es menos traición que la del actual gobernador?
Pero volviendo al punto del "valor” que lo conmocionó, lo que "sostiene Pereyra” es lógico -viniendo de quien viene- aunque algo presuntuoso y cínico.
Consideramos que la democracia se construye con acción, no con violencia o avalando a aquellos que la usan como modelo de acción politica y/o utilizan la violencia para encarrilar ideas. ¿Avala Gutiérrez las prácticas de Pereyra, o de los aliados de Pereyra?
No es lo que queremos los neuquinos que conformamos este espacio.
Tenemos valor para dialogar y no reprimir protestas sociales, tenemos valor para solucionar conflictos gremiales, pero no de prepo.
Por ello (si algo se me permitiera pedirle al Sr. Pereyra) no incluya en su nuevo discurso la supuesta moral de la paz y los buenos modales para desprestigiar a un adversario político, su uso vano nos deja helados.
Que alguien, por favor, le regale un espejo para su cumpleaños.
 
*Alberto Ciampini, diputado nacional y candidato a vicegobernador por el FpV