Javier Milei y su agresiva lengua avanzan en una especie de euforia electoral anticipada, que se apoya en el triunfo conseguido en la ciudad de Buenos Aires, el buen desempeño en cuatro provincias, y lo que se prepara en el distrito bonaerense, para el 7 de septiembre, fecha en la que se concretará una especie de final prematura, confrontando una coalición libertaria con el oficialismo, todavía dividido, del gobernador Axel Kicillof. Pero esa euforia entra de lleno en un laberinto muy especial, construido en Neuquén no ya con un minotauro que lo cuida, sino con una vaca, muerta pero muy activa, que respalda acciones políticas muy independientes, singulares, de larga tradición, y ahora renovada práctica, pues incorpora no solo a sectores populistas históricos, sino también a liberales de pura cepa, como es el caso del PRO. Efectivamente, ya se sabía, pero este sábado se ha confirmado, que el PRO de Neuquén persistirá en la provincialización y se mantendrá dentro de la coalición amplia de la Neuquinidad, que lidera el gobernador Rolando Figueroa.
Milei quiere pintar el mapa de la Argentina de color violeta, como ha dicho él mismo. Pero le costará imponer ese color en el triangulito esquivo del laberinto propuesto en Neuquén. El costo está anunciado ya por la construcción política que se le opondrá en las elecciones de octubre, pues esa construcción alberga una franja que va desde la izquierda populista hasta la derecha liberal, y lo hace con una firme consigna de identidad provincialista. Esa explicitación política exalta un modelo con diferencias respecto del que se propone a nivel nacional, ya que defiende explícitamente el rol del Estado como muy importante en la construcción de una sociedad mejorada; y ha elegido hacerlo mostrando acciones, más que elaborando filosos discursos. Así como Milei se embandera en logros económicos, eludiendo el enfoque en posibles consecuencias sociales deseadas o indeseadas, la Neuquinidad que incluye al PRO local pone énfasis en una economía socialmente activa, que no se traduce en estadísticas inflacionarias, sino en obras públicas ejecutadas con fondos propios, o con fondos gestionados de manera independiente.
Así, el laberinto neuquino diluye buena parte del discurso agresivo usado por La Libertad Avanza en otros distritos, pues, así como en Buenos Aires LLA nacionalizó contra el localismo, aquí la Neuquinidad anticipa una posición de fuerte impronta provincialista pero calzada en un esquema que no elude lo nacional, sino que lo interpreta de otra manera. Implica un desafío serio para los Milei, pues prácticamente obliga a definir la especificidad, no la generalidad, si se pretende hacer una buena campaña con igualmente buen resultado. Y en lo específico, la Neuquinidad marcha con ventaja, con mucho para mostrar, sin necesidad de criticar lo que a nivel nacional se ha hecho.
Además, el laberinto que desafiará las estrategias que imagine el triángulo de hierro presidencial, ofrecerá diversidad para fragmentar los caudales de votos indecisos. El kirchnerismo está prácticamente obligado a ser una variante; pero difícilmente logre cohesión en la oferta. Ya está lanzada, por ejemplo, la variante sindical, con Carlos Quintriqueo, líder de ATE. ¿Aceptará este sector ser parte de una lista con otros kirchneristas residuales? Parte del radicalismo se quiere plantar como opción independiente: ¿Es una jugada a favor o en contra de la Neuquinidad, de la que antes formó parte? Para el anarco liberalismo del oficialismo nacional violeta, es complicado de resolver este panorama, sólo con el argumento de plantarse en el supuestamente inexorable arrastre del carisma de Javier Milei. Más, si se tiene en cuenta que comienza junio sin que LLA tenga su oferta, conceptual y de nombres, clara, para este singular distrito de la Vaca Muerta empoderada.
En este contexto, habrá que tener en cuenta además que el laberinto despliega un menú para el año, muy especial. Ese menú incluye un debate práctico acerca de la corrupción en el Estado, a través del juicio por las estafas con los planes sociales, la causa de la ex vicegobernadora Gloria Ruiz, y la más reciente de las presuntas estafas de la cooperativa de viviendas de las 127 hectáreas. Todo el aire que se ventile en tribunales previamente a las elecciones puede servir de oxígeno para enfrentar la fácil acusación contra "la política" que se esgrime desde la derecha libertaria.
En fin, que, por supuesto, falta mucho para octubre. Pero, esa noción de tiempo, vale tanto para los violetas como para quienes se le opondrán. Por ahora, los violetas jugarán de visitante, a cancha llena. Justo en octubre, cuando este rincón de la Patagonia más diversifica su paleta de colores.