Un menú al dente...

Este fin de semana se habló bastante y en distintos quinchos, una variada gama de conversaciones y algunas de ellas muy ligadas a la cuestión política.  Ya se sabe que el intringulis interno del MPN tiene muy preocupado al gobierno. Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo hay quienes buscan fórmulas para que las cosas se "abuenen" y todo sea una "famiglia felice", un deseo que necesita de más hechos.

El sábado a la noche mientras en un coqueto quincho se desgrasaba un kilo de mollejas con otras menudenc  ias a la parrilla y en el asador un cordero sacaba pecho mi amigo el tábano escuchaba atentamente la conversa de un par de veteranos.

-La idea de que sea Guillermo el que encabece la lista ya esta muerta y enterrada. Olvidate!

-No me parece.

No seas necio, acordate siempre que de aquellos lodos estos barros, y que de esa no escapa nadie.

-No te entiendo...

-Guillermo no quiere ni por asomo aparecer pegado a un acuerdo de unidad que podría ser visto como un entente de cúpulas luego de haber sacado la ponchada de votos que saco el año pasado. Pero ademas de ese aspecto que ... diríamos por la positiva, está también la bronca por lo que pasó el 27 de octubre.

-Y entonces?

-Entonces esta haciendo un esfuerzo por no quedar pegado en ese acuerdo pero tampoco quiere sumarse a la consigna de los talibanes que lo siguen  y que sólo quieren guerra. No te olvides que proviene del mundo sindical donde la negociación es un arte y en esa especialidad Guillermo es un artesano del bisturí.

Miré el cabernet franc que estaba estaba sobre la mesa, aproxime la copa y pensé: aquí les gusta el lanar y a Guillermo el cochinillo, va a costar que me entiendan cual es la jugada. Unos vienen del palo de la política y el otro del palo sindical. Pero quien sabe aquí todo es posible, sino como se entiende que para acompañar las mollejas preparen endivias con mostaza.