Todo cambia: La novela que reconoce a las nuevas familias

Cambia todo cambia. En los últimos años, la sociedad fue “transformando” categóricamente algunos conceptos y “estilos” que se basaban meramente en estructuras del pasado. Por no decir “chapados a la antigua”.

Y así, como sucede en la vida cotidiana, dónde no todas las parejas son heterosexuales, dónde las familias se construyen a base de sentimientos y no de ideologías. La pantalla chica, no acostumbrada a reflejar estos cambios sociales, de a poco va incorporando contenido en sus tiras diarias.

El canal de las tres pelotas (Telefe), fue el pionero con 100 días para enamorarse, la cual trató diferentes temáticas cómo: familias disfuncionales, la identidad de género y el poliamor.

Y ahora, redobla la apuesta con: Pequeña Victoria, dónde se visualiza las diferentes y múltiples formas que existen para ser mamá. Fusionando las distintas realidades de las mujeres, en este caso de cuatro. El día a día de la comunidad trans, su lucha por insertarse en la sociedad y los sueños de cada una de ellas.

Una empresaria workaholic llamada Jazmín (Julieta Díaz) quiere ser madre. La mujer que presta su vientre es Bárbara (Pérez), pero como la beba nace prematura todo se complica en el cumplimiento de su contrato. Emma (Mariana Genesio Peña),  es  una mujer trans que donó su esperma anónimamente. Y la cuarta mamá: Selva (Inés Estevez), una taxista trotamundos, que lleva a la parturienta de apuro y termina instalándose junto al resto.

El alquiler de vientre no está legalizado en la Argentina, pero, "tampoco está prohibido".