Después del ataque con misiles sobre el principal hospital del sur de Israel, en la ciudad de Beersheva, en el que al menos 240 personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, el gobierno de Bibi Netanyahu culpó al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí khamenei y lo amenazó abiertamente. Israel, por su parte, atacó un reactor de agua pesada que forma parte del programa nuclear de Irán.
Netanyahu condenó el ataque al hospital y prometió una respuesta. “Cobraremos el precio completo a los tiranos en Teherán”, Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, culpó a khamenei, y dijo que el ejército “ha recibido órdenes y sabe que para lograr todos sus objetivos, este hombre absolutamente no debe continuar existiendo”.
Funcionarios estadounidenses dijeron esta semana que el presidente, Donald Trump, había vetado un plan israelí para matar a khamenei. Trump dijo más tarde que no había planes para matarlo “al menos por ahora”. Israel bombardeó el reactor de agua pesada de Arak de Irán, en un nuevo ataque al extenso programa nuclear del país.