El presidente, Javier Milei, encabezará este martes un acto junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para presentar una ambiciosa reforma en la estructura y el accionar de la Policía Federal Argentina (PFA). El anuncio se da apenas días después del regreso del mandatario de su gira por Europa y Medio Oriente, y tendrá como eje central una serie de medidas que apuntan a transformar a la fuerza en una entidad con mayor capacidad investigativa y autonomía operativa, similar a agencias internacionales como el FBI de Estados Unidos.
La iniciativa será oficializada a través de un Decreto que se publicará este martes por la mañana en el Boletín Oficial, y luego detallada públicamente desde las 14:15 en un acto en la sede del Cuerpo de Policía Montada, ubicada en la calle Cavia 3300, en el barrio porteño de Palermo.
Un modelo orientado a la investigación
La propuesta, titulada “Hacia una PFA moderna y orientada hacia la investigación”, busca ampliar las facultades de la fuerza para que pueda intervenir más activamente en delitos complejos como el narcotráfico, la trata de personas, las redes criminales urbanas y los delitos informáticos. Una de las principales novedades será la posibilidad de realizar patrullajes virtuales en redes sociales sin autorización judicial previa, con el fin de detectar delitos en forma preventiva.
Sin embargo, el texto preliminar del decreto aclara que estas tareas deberán respetar los derechos fundamentales, como la protección de los datos personales, la libertad de expresión, la intimidad y la privacidad de los ciudadanos.
Otro punto destacado es la posibilidad de realizar detenciones sin intervención judicial, siempre que existan elementos concretos que permitan presumir que una persona haya cometido o esté por cometer un delito. Esta facultad, según fuentes del Ministerio de Seguridad, se enmarca en un intento de fortalecer el accionar preventivo de la fuerza.
Nuevas dependencias y controles internos
Además, se crearán unidades especializadas dentro de la PFA para investigar delitos complejos. Esto implicará también una ampliación del despliegue de efectivos en el interior del país, con especial foco en zonas críticas como Rosario, donde se busca establecer centros de seguimiento y control operativo.
La reforma también contempla modificaciones en los criterios de ascenso dentro de la institución y la implementación de nuevos mecanismos de auditoría interna, con el objetivo de prevenir y combatir la corrupción dentro de la propia fuerza.
Desde el Gobierno nacional aseguran que estos cambios forman parte de una transformación estructural que busca dotar a la Policía Federal de herramientas modernas y eficientes para enfrentar el delito en el siglo XXI. La iniciativa, sin embargo, promete abrir debate en torno a los límites entre seguridad, prevención y derechos individuales.