A seis meses del fallecimiento de la destacada escritora y profesora, Beatriz Sarlo, se abre una inesperada disputa legal por su herencia. Melanio Alberto Meza López, encargado del edificio donde residía la mujer en el barrio de Caballito, se presentó ante la Justicia como heredero del departamento en el que Sarlo vivía, tras entregar un testamento ológrafo que supuestamente lo favorece.
La causa se tramita en el Juzgado Civil N.º 91, a cargo del juez Carlos Hugo Goggi. La pieza central del caso es un documento manuscrito que será sometido a pericia caligráfica para comprobar su autenticidad. El testamento, compuesto por dos textos en una misma hoja, incluye los datos personales de Sarlo y de Meza López. Uno de los escritos, fechado el 9 de junio (sin especificar el año), detalla:
“Yo, Beatriz Sarlo […] quiero dejar certificada mi voluntad de que, en caso de mi desaparición u otro accidente, mi gata Nini deberá quedar a cargo de Alberto Meza […]. Certifico con mi firma.”
El segundo manuscrito, con fecha del 2 de agosto de 2024, es aún más explícito en cuanto a la propiedad:
“Alberto Meza quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedás a cargo de mi gata Nini, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo. Beatriz Sarlo. Hay una firma.”
Sarlo falleció a los 82 años, dejando sin resolver el destino de su patrimonio. Vivía en el último piso de un edificio ubicado sobre la calle Hidalgo, en el tradicional barrio de Caballito. Según trascendió, Meza López comenzó a cuidar de Nini, la gata de Sarlo, tras la muerte en 2023 del cineasta Rafael Filippelli, su última pareja.
La Justicia deberá determinar si los documentos presentados por Meza López son auténticos y reflejan efectivamente la voluntad de Sarlo, o si se trata de una maniobra que pondría en jaque su legado cultural. Por lo pronto, el futuro del departamento —y de Nini, la gata— permanece en suspenso.