Licitaciones con menos exigencias ambientales

En diciembre, la provincia lanzó a una ronda licitatoria seis áreas petroleras, pero el derrumbe de los precios internacionales ha sembrado un manto de duda sobre la posibilidad real de que lleguen inversiones frente a un panorama mundial muy incierto.

Frente a esto, el Gobierno provincial ha dispuesto implementar un nuevo mecanismo que tiene que ver precisamente con la Declaración de Impacto Ambiental. Vale recordar que los incumplimientos en ese mecanismo hicieron que se rechace la radicación de emprendimientos mineros en la cuenca del Atuel.

Ahora, el proceso de aprobación de la DIA se ha "simplificado" para acortar los plazos y lograr que en pocos meses, estimativamente en seis, las empresas ya puedan estar trabajando. Los pliegos de estas áreas salieron a la venta el lunes y lo estarán hasta el final de febrero a través de Emesa.

Cuando las empresas se presentan, lo primero que hacen es el llamado estudio de base 0, que incluyen una Manifestación de Impacto Ambiental y luego viene la respectiva (Declaración de Impacto Ambiental), que es una condición excluyente para el permiso de exploración. Ahora, una vez presentada la MIA, el Estado se encarga de apurar los dictámenes sectoriales, que son los organismos encargados de la protección del medio ambiente, como la Dirección de Protección Ambiental, Ianigla, Departamento General de Irrigación y en algunos casos universidades.

Con el petróleo tocando un piso que perforó hacia abajo los 50 dólares, la desesperación parece cundir. Pero sacrificar aspectos medioambientales en función del negocio no parece ser el camino más adecuado. Mendoza ha hecho de la defensa de sus recursos una bandera durante mucho tiempo, pero las urgencias económicas no se detienen ante nada, y lo sucedido con la minería es prueba de ello.

Fuente: Diario San Rafael