Mismo escenario y mismas conductas: Vaca Muerta no cambio la génesis

La historia se repite y los damnificados serán nuevamente los usuarios. Cambian los gobiernos, algunos actores, pero la génesis del problema es el mismo.

Hace apenas 10 años el país sufría el corte de suministro de gas producto de las desinteligencias de gobiernos, sindicatos y empresarios. Todo comenzó con la reducción lenta pero sensible de la baja de equipos en la cuenca neuquina por parte de las empresas petroleras que venían reclamando una mejora en los precios internos del crudo y gas.

Mientras que la OFEPHI reclamó durante el primer semestre del año al Ministro de Planificación Julio De Vido, el gobierno neuquino de la mano del entonces gobernador Jorge Sapag intentaba seducir a la Presidente de la Nación.

El despido de tan solo 89 trabajadores en julio del 2009 obligó al Sindicato de Petróleo y Gas de Neuquén, Río Negro y La Pampa a parar por 48 horas la producción de gas y petróleo de la cuenca. La amenaza que comenzó con “Alerta y Movilización” se convirtió en un paro y corte de suministro a las principales ciudades del país.

La reciente foto de Omar Gutiérrez con Mauricio Macri en Villa La Angostura marca la misma escena de Jorge Sapag con Cristina Kirchner en Casaa de Gobierno. La irrupción del gremio en la escena es igual.  Primero “Alerta y movilización”, luego rueda de negociaciones con el gobierno y las empresas y si alguien saca los pies del plato, paro con afectación de la producción.

La película 2019 comenzó a rodar. Para mediados de año, si el libreto no cambia, comenzará la reducción de personal, las bajas de equipos y el malestar del gremio luego de varias gestiones truncas. Se volverá a aprobará un paro total de actividades con afectación de la producción en pleno invierno. El gobierno nacional deberá convocar como hace una década al comité de emergencia al observar que la amenaza se hizo realidad. Una brusca reducción de la oferta pondrá en jaque a las industrias de los centros urbanos más importantes del país. Solo hace falta recordar que en el 2009 la demanda de 115 millones cayó a 55 millones metros cúbicos día.

Una mala decisión conlleva costos asociados. El gobierno nacional terminó trasladando su mala gestión a los usuarios. Durante esa semana quedaron sin suministro de gas 82 clientes industriales, 150 grandes usuarios en la ciudad de Buenos Aires y más de 500 industrias distribuidas entre la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

El gobierno terminó declarando el estado de Emergencia. Bajo este escenario, se habilitó el aumento de importación de gas de Bolivia, la suspensión de las exportaciones programadas, la interrupción del suministro de gas a las centrales térmicas y el corte total a las industrias.

Nadie pudo cuantificar las pérdidas que generó esta decisión hace 10 años. Tampoco podrá cuantificar las pérdidas por el cambio de interpretación de la resolución 46. Solo nos queda la fotografía a diciembre del 2018, donde Neuquén tenía 107 equipos de torre que implica más de 3000 puestos de trabajo en forma directa.

YPF tiene 11 equipos de perforación. Su objetivo principal es reubicarlos con foco en shale oil desalentando la inversión en gas y en áreas pilotos. Tecpetrol cuenta con 6 equipos y una inversión realizada en los últimos 18 meses de más de U$D 1.800 millones. Su fuerte estrategia se centró en el gas, construyendo nuevas plantas y gasoductos. Mientras tanto, el objetivo de PAE será mantener los equipos y migrar al shale oil en las áreas productivas.

Llegará mediados de año. La resolución quedará firme y los litigios se iniciarán contra el Estado. Sera parte de una nueva deuda que este, el pasado y el futuro gobierno trasladará nuevamente al usuario. En algún momento de nuestra historia comprenderemos que los extremos se tocan; que Macri y Kichner en el fondo son iguales.

El 2019 comenzó igual que hace 10 años. Sera el momento de aprender de los errores y saber que el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra.