Otro llamado al 911 salvó una vida

El pasado viernes, a partir de un llamado a la línea de emergencias 911, los familiares de un anciano de 88 años de General Roca lograron salvarle la vida gracias a las indicaciones del operador Alejandro Urrutia.

El abuelo, quien había sufrido una descompensación respiratoria, recibió las maniobras de reanimación indicadas por el operador.

"Una vez más celebramos la pronta respuesta obtenida a partir de un llamado al 911”, destacó el ministro de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan, remarcando que "en este caso se logró que los familiares del anciano realizaran los primeros auxilios mientras se esperaba la llegada de la ambulancia y eso le salvó la vida”.

En este marco, el Ministro recordó los casos de la operadora Nancy Melillán, quien hace un mes ayudó a una familia de San Carlos de Bariloche para que reanimara a su pequeño hijo; así como el sargento Ricardo Cayucan, quien asistió telefónicamente a dos turistas norteamericanas que se habían perdido en cercanías al cerro Catedral. En ambas situaciones el uso del sistema 911 fue esencial para salvar la vida de las personas.

"Estos casos reafirman que la decisión de invertir en tecnología y capacitación para el sistema de llamadas al 911 ha sido la correcta para responder a las demandas de los ciudadanos en lo que respecta a las situaciones de emergencias”, remarcó el Ministro.

En tanto, el oficial principal Hugo Bellini, responsable del Centro de Monitoreo Integral, explicó que en el llamado al número de emergencias "se solicitaba la presencia de una ambulancia debido a que un anciano se encontraba con dificultad para respirar, y a partir de ahí el agente Urrutia tranquilizó a los familiares y logró darles las instrucciones para las maniobras de reanimación cardiopulmonar”.

Finalmente el anciano pudo ser asistido por otra persona que continuó realizando las maniobras de reanimación hasta que llegó la ambulancia.

Bellini resaltó las bondades del sistema de emergencia y el reconocimiento por parte de la sociedad rionegrina que se ha establecido a través de la confianza en cada uno de los llamados que se reciben y que se resuelven satisfactoriamente.