Abrió la puerta del local y esperó ser atendido, las dos empleadas del comercio hacía pocos minutos que habían abierto y todavía estaban preparando las cosas para empezar las tareas diarias. Una de ellas giró y le preguntó qué era lo que necesitaba.El joven, tapado con un gorro de lana y un cuello polar, sacó una tumbera y les dijo que era un asalto.
El hecho ocurrió poco después de las 10 en la tienda de Brown y Roca, en pleno centro neuquino.
Amenazadas, las empleadas no se resistieron y el ladrón aprovechó para agarrar varias pilas completas de pantalones y a vaciar el perchero donde estaban las camperas.
Tras maniatarlas, las llevó al baño donde las dejó encerradas.
El botín incluyó unos 30 jeans, unas 20 camperas y 400 pesos que había en la caja registradora.
Con toda la ropa en un bolso, el delincuente salió por la puerta y huyó rápidamente del lugar.
En el comercio hay cámaras de seguridad que están siendo analizadas por la Policía.