Se encadenó para pedir justicia por su hijo asesinado

La madre de David Vázquez, el joven que murió de un disparo en mayo del año pasado en un inquilinato de San Patricio del Chañar, se encadenó en el acceso al complejo judicial de Neuquén, en rechazo al fallo que exculpó a uno de los acusados e imputó por homicidio culposo al segundo. Para la familia, se trató de una ejecución y ambos –a los que vinculó con la venta de drogas- manipularon la escena para desviar la investigación. “La Justicia le pegó otro tiro en la cabeza a mi hermana” afirmó Daniel Toledano, el tío de la víctima.

La muerte de Vázquez ocurrió en una pieza de inquilinato del barrio Parque Industrial del Chañar el 13 de mayo de 2018, poco después de las siete y media de la mañana, en la que se reunieron la víctima, Gilberto Espinoza y Andrés Castillo, luego de una noche de boliche. Allí Vázquez recibió un disparo en el cráneo –según la pericia, a corta distancia y de arriba hacia abajo-. La primera versión fue que se trató del fatal juego de la “ruleta rusa”, pero esa teoría perdió fuerza y se impuso la del homicidio.

Para Toledano no hubo dudas que se trató de un asesinato. “Mi sobrino no tenía nada que ver con estos personajes. Ni siquiera eran amigos. Estuvieron toda la noche en un boliche y lo invitaron a la casa de ellos –que está a tres de donde vivía la víctima-.

María del Carmen Toledano se encadenó esta mañana a la reja del edificio judicial con un bidón con nafta entre las piernas a la espera de la audiencia de imposición de pena. También tiene consigo una soga con la que amenazó con colgarse “si es necesario”.

La policía le convenció de que desista de mantener el combustible cerca suyo.

“Quiero que le impongan la pena máxima a Castillo porque él fue el autor del disparo y Espinoza es cómplice”, dijo la mujer con angustia, pero la posibilidad de que se llegue a esa sentencia es remota, ya que Castillo fue declarado responsable por homicidio culposo, que tiene una condena máxima de 6 años. Espinosa fue absuelto.