Homicidios, heridos de bala, apuñalados, robos. Los titulares en los medios de comunicación dan cuenta de una angustiante realidad, que demanda respuestas concretas y soluciones urgentes.
Tal es el presente de la localidad neuquina de Cutral Co que, hace apenas unos pocos días, el Concejo Deliberante declaró la emergencia en materia de seguridad.
El tema es prioritario tanto en la agenda del intendente José Rioseco, recientemente reelecto, como en la de los concejales que habrían vuelto a plantearse la necesidad de demoler lo que queda de un monoblock abandonado.
En la Comarca le dicen el bloque fantasma, y quien hable con los vecinos escuchará que “hace ya un largo rato que se convirtió en aguantadero” de delincuentes, hampones y sujetos de mal vivir.
Se dice que los ediles retomaron un viejo proyecto de demolición. Pero, hasta donde se sabe, la demolición requiere del visto bueno del Instituto provincial de Vivienda y Urbanismo, organismo que desarrolló el plan habitacional, ahora perimido.
Según se supo al respecto, los ediles volverían a la carga con la idea abrir el barrio y desarrollar espacios verdes.
En ese sentido, el medio local Cutral Co al Instante refirió que en 2015 la ciudad presentó un proyecto similar con la propuesta de implosionar dos bloques y crear una plaza y un destacamento policial, además de escuelas deportivas para la contención de jóvenes, mediante el programa “Cambio de actitudes“. Pero no prosperó.
A cuatro años de aquello, la situación es más penosa producto del avance de la inseguridad.