En Semana Santa no come carne... porque se la secuestraron

Mientras más sube el precio de la carne, más crece el tráfico desde las zonas productoras a los centros poblados, en vehículos sin habilitación y sin ningún tipo de guía ni resguardos bromatológicos. Así fue como un neuquino debió entregar los casi 80 kilos que llevaba en bolsas de nylon y sin refrigeración dentro de una camioneta.

El procedimiento de rutina se realizó el fin de semana en el puesto caminero de Chichinales, a la altura del kilómetro 1117 de la ruta 22, allí los uniformados que estaban sobre la ruta pararon una camioneta Chevrolet S-10 que ingresaba al Alto Valle.

Luego de pedir la documentación de rigor obligatoria para transitar, los policías vieron unas bolsas sospechosas sobre el asiento trasero de la camioneta doble cabina. Al solicitarle al conductor de 52 años algunas precisiones sobre lo que transportaba, notaron cierto nerviosismo.

Con la sospecha de que se trataba de carne y con la certeza de que se transportada sin ninguna guía ni control bromatológico ni refrigeración, se convocó a un inspector de Ganadería, que certificó que en las bolsas de nylon habían cortes vacunos con hueso.

Según lo que trascendió, el neuquino retornaba a su domicilio desde Conesa. La carne fue secuestrada y al no tener certeza de su procedencia ni cuanto tiempo había pasado sin cadena de frío, se procedió a su destrucción como indica la Ley 2534.