Tras varios meses de investigación, la Policía Federal volteó un kiosco narco que operaba en Neuquén y Cipolletti. Su ubicación era estratégica para poder distribuir pequeñas cantidades en las dos ciudades. Hay tres detenidos y casi un kilo y medio de cocaína secuestrada que tiene un costo en el mercado de 15 millones de pesos. Lo curioso es que el juez no utilizó para el procedimiento a la división de Drogas Peligrosas de Cipolletti.
Los móviles de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales de Neuquén de la Policía Federal irrumpieron en los barrios ribereños de Cipolletti ayer por la tarde. La orden fue liberada por el juez Federal de Roca, Hugo Greca, quien priorizó la utilización de los policías radicados en la vecina provincia, sin darle intervención a Drogas Peligrosas de la misma fuerza o la Policía rionegrina.
El allanamiento se llevó adelante en el barrio 2 de Agosto, ubicado debajo de los puentes carreteros. Desde allí la banda narco tenía comodidad para distribuir droga en pequeñas cantidades tanto en Cipolletti como en Neuquén.
Según los trascendido, operaban bajo la modalidad delivery en moto. Los soldaditos llegaban a buscar una determinada cantidad de bagullos y partían a hacer un servicio puerta a puerta.
La investigación comenzó hace unos cuatro meses y con los datos precisos, los investigadores le solicitaron el allanamiento a Greca. En la vivienda señalada se encontró casi un kilo y medio de cocaína, que en el mercado y fraccionado por gramo, puede alcanzar un costo superior a los 15 millones de pesos.
También encontraron balanzas de precisión, marihuana y teléfonos celulares que fueron secuestrados.