El oeste neuquino fue sacudido por una operación de alto calibre: diez allanamientos simultáneos, más de cien efectivos desplegados, casi medio kilo de cocaína, cuatro millones de pesos incautados y nueve personas detenidas. El dato que hiela la sangre: el principal kiosco de drogas operaba a escasos metros de la Escuela N°190, en el corazón del barrio San Lorenzo.
No se trató de un operativo más. Fue el desenlace de una investigación que había comenzado dos meses atrás, cuando ese mismo domicilio había sido allanado por primera vez. Lejos de desactivarse, el punto de venta resurgió casi de inmediato. La señal era clara: el negocio no estaba en pausa, apenas se había reacomodado.
La escuela, el escondite y el mapa del crimen
La escuela N°190, ubicada sobre la calle Godoy al 2200, se convirtió —sin pretenderlo— en testigo mudo de un engranaje criminal que operaba a plena luz del día. Allí, frente a niñas y niños, funcionaba un punto de expendio de drogas que era apenas la fachada de algo más grande: una organización ramificada con nodos distribuidos en distintas casas del oeste neuquino.
Bajo la supervisión de la fiscal de narcocriminalidad, Dra. Eugenia Titanti, se reconstruyó una red compleja. Las vigilancias encubiertas y la inteligencia policial revelaron que el kiosco principal mantenía vínculos con otros domicilios que servían de logística, distribución y acopio. No era una boca de expendio aislada: era un sistema aceitado.
El golpe final: números que hablan
El megaoperativo desplegado el viernes 23 de mayo a primeras horas de la mañana movilizó 100 efectivos del Departamento Antinarcóticos. El resultado fue tan contundente como revelador:
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350 envoltorios de clorhidrato de cocaína, más tres piedras compactas, con un peso total cercano al medio kilo.
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Cannabis sativa fraccionado: tres envoltorios y dos bolsas con más de 50 gramos.
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Casi 4 millones de pesos en efectivo, ocultos en distintos puntos de los domicilios.
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20 municiones dispersas en distintos calibres.
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Dos vehículos y cinco motos, presumiblemente utilizados para el reparto.
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Balanzas de precisión, celulares y otros elementos que confirman el circuito de narcomenudeo.
La Policía detuvo a nueve personas, entre ellas seis mujeres y tres hombres de entre 22 y 48 años. Tras la revisión judicial, cinco de ellas quedaron detenidas: tres mujeres y dos hombres, considerados como eslabones clave de la organización.
El delito que insiste
Lo que más inquieta a las autoridades no es solo la magnitud del hallazgo, sino la capacidad de recomposición de la banda. Después del primer allanamiento, la venta se reactivó casi al día siguiente, lo que fue considerado como una provocación directa por los investigadores de la causa.
Este segundo operativo, más quirúrgico y coordinado, apunta no solo a frenar la venta, sino a desarticular la red completa. Sin embargo, la cercanía con la escuela expone un drama mayor: los territorios más vulnerables, muchas veces abandonados, son el caldo de cultivo perfecto para que los imperios narcos echen raíces donde deberían crecer proyectos de vida.
En Neuquén, la noticia no es solo que se incautó droga. La noticia es que se sembraba una red oscura frente a una escuela. Que alguien pensó que allí, precisamente allí, podía florecer un imperio.