La Justicia acuso formalmente a Carlos Portiño, un motociclista de 42 años que manejaba borracho, chocó y mató a Federico Naguil (51), un docente del IUPA. El imputado no irá preso, pero le fijaron medidas cautelares para que se mantenga a derecho.
La jueza Natalia González tuvo por formulados los cargos luego de escuchar la acusación del fiscal Marcelo Ramos, quién describió el hecho y solicitó que se lo impute por homicidio culposo agravado por la conducción temeraria al hacerlo en estado de ebriedad.
Portiño manejaba una moto Gilera SMX 200cc sin patente por la vereda y, al bajar a calle Gelonch, chocó de frente contra la moto de Naguil, quien circulaba correctamente.
El impacto fue tan violento que la víctima salió despedida y golpeó su cabeza contra el asfalto. Pese a ser atendido por el equipo de emergencias del Siarme, falleció más tarde en el hospital de Roca.
En el lugar, los inspectores municipales le realizaron el test de alcoholemia a Portiño, que arrojó 0,93 gramos de alcohol por litro de sangre.
La fiscalía utilizó está prueba para calificar la conducción como negligente y antirreglamentaria, mientras que la defensa, liderada por Martín Pamio, pidió aclaraciones sobre la velocidad de circulación, indicando una frenada de 17 metros y una velocidad de 43 km/h.
En la audiencia el acusado pidió declarar y relató que “antes de bajar (de la vereda) miré a la derecha y se me apareció de golpe. Él me chocó a mí”, sostuvo. Además, pidió disculpas por el hecho.
La jueza habilitó una investigación penal de cuatro meses. Mientras dure el proceso, el imputado deberá presentarse semanalmente ante la Justicia, no podrá ausentarse sin aviso, y necesitará autorización para salir del país..