En Zapala, una historia que podría ser un capítulo de “cómo robar y ser un imbécil” terminó con dos personas detenidas y 70 kilos de carne vacuna incautados, justo cuando intentaban vender un producto con una procedencia un poco dudosa: la ilegalidad.
Todo empezó con una llamada al 31 de Las Coloradas, cuando un productor rural alertó que un ternero de dos meses había desaparecido de su campo. La pesquisa, que duró tres días y contó con más vueltas que novela policial, reveló que el ternero había sido faenado en el mismo campo, y que la carne había tomado ruta hacia la ciudad, escondida en una camioneta.
Pero lo mejor de esta historia vino cuando la búsqueda se puso 2.0: los sospechosos, con poca inteligencia, decidieron subir a las redes sociales la venta de la carne robada. Sí, el menú ilegal del día, en modo “publicidad abierta”. Esto fue el dato clave para que la Brigada de Investigaciones y el Comando Radioeléctrico de Zapala los pusieran contra las cuerdas.
Al llegar al punto de venta, justo cuando estaban listos para hacer caja, los atraparon con las manos en la masa y la carne sin certificados sanitarios, poniendo en riesgo no solo a la ley, sino también a la salud de cualquiera que hubiera mordido ese “producto”.
Los dos detenidos, un hombre de La Pampa y una mujer local, quedaron a disposición de la justicia, mientras que la carne fue retenida para que no terminara en ningún plato ajeno. Moraleja: si vas a robar carne, mejor no hacerle marketing en Instagram.