El plan era sencillo: prender un porro, elegir una serie y dejar que la noche fluyera sin contratiempos. Pero los planes se desvanecieron cuando efectivos de la Policía de Río Negro intervinieron tras el llamado de una mujer que denunció haber sido abordada por un joven en las inmediaciones de la Universidad del Comahue, en Bariloche. En definitiva, el pibe pasó la noche encerrado en un calabozo y con una dos causas judiciales en contra.
El hecho sucedió cerca de las 20 del viernes en inmediaciones de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche, cuando los efectivos de la Comisaría 2° lograron detener a un pibe que no puso resitencia. Al identificarlo, los agentes detectaron que transportaba un televisor de procedencia incierta. Luego, al examinar sus pertenencias, encontraron una bolsa con varios cogollos de cannabis, por lo que fue trasladado a la unidad policial.
Sin demora, informaron al Juzgado Federal, que ordenó el decomiso de la sustancia e inciiar una investigación para determinar el origen de la droga y si tenía fines de comercialización. En cuanto al televisor, fue secuestrado de manera preventiva, ya que su origen no pudo ser establecido. Pese a los intentos por explicar lo sucedido, también se le dio intervención a la fiscalía de turno.
Lo que comenzaba como una noche de desconexión terminó en un procedimiento judicial, y el protagonista, en una situación lejos de la que tenía en mente según lo explicado ante las autoridades. En la comisaría, el joven apenas tuvo tiempo de procesar lo sucedido. Lo que imaginó como una jornada tranquila se transformó en un laberinto de trámites y explicaciones, con su destino en manos de las decisiones judiciales que definirían las próximas horas.