En el oeste de la capital neuquina, dos hombres llevaban una vida aparentemente común. Uno tenía 31 años, el otro 52. Casas sin mayores lujos, rutinas discretas y movimientos que, para un vecino distraído, podían pasar por los de cualquier familia. Pero entre las paredes de esos domicilios no se escondía una historia de esfuerzo barrial, sino un pequeño imperio montado sobre un polvo blanco que por estas horas es conocido como “Blancanieves”.
Esa fue la pista que empezó todo gracias a una denuncia por la app policial Neuquén te Cuida. Un dato, casi una frase suelta, llegó a oídos de la Dirección Antinarcóticos: un joven estaría vendiendo cocaína en la zona. En lugar de un allanamiento inmediato, las autoridades decidieron observar. Seguir. Entender. Durante más de un mes, los movimientos del supuesto dealer fueron registrados. Con el tiempo, las piezas comenzaron a encajar. No operaba solo. Tenía un socio mayor, una conexión entre barrios, y una rutina aceitada que abastecía a buena parte del microtráfico local.
El golpe final llegó con dos allanamientos simultáneos. Uno de los implicados intentó escapar con varios elementos —presuntamente droga— en las manos. No llegó lejos. El operativo fue certero y rápido.
El saldo fue contundente: más de dos kilos de cocaína, un kilo de marihuana, una moto, un auto y casi tres millones de pesos en efectivo. Según indicaron fuentes del caso, la cantidad de cocaína secuestrada es una de las más significativas en los últimos meses dentro de la capital.
Ambos sospechosos fueron detenidos y se espera que en las próximas horas se les formulen cargos. Detrás del procedimiento queda expuesta no solo una red bien aceitada de venta de estupefacientes, sino también un modo de operar silencioso, barrial y peligroso. Uno que muchas veces logra camuflarse detrás de una vida aparentemente normal.
La historia de Blancanieves y los dos narquitos no tiene final feliz, ni manzanas envenenadas ni príncipes. Solo una estructura desarticulada y un golpe certero contra una economía ilegal que no para de mutar.