“Mi yerno trabajaba poniéndole papel ahumado (polarizado) a los autos. Los compraba en cantidad y tenía rollos en la casa. No sé si habrán quedado cerca de un calefactor y eso provocó la candela (el fuego). Sé que se despertó y todo era humo. No veía ni a mi hija ni a los niños. En su ‘desespero’ caminó y abrió la puerta, para pedir ayuda. Pero las llamas lo cubrieron, y sin darse cuenta corrió hacia el vacío, y cayó”.
A través de una llamada de WhatsApp, la voz del padre de Mariaglis Giménez, la joven de 24 años que murió junto a sus dos hijos de 2 meses y 8 años, se quiebra, sonando remota desde Venezuela.
La chica falleció ayer junto con los suyos (los nenes y un sobrino de su esposo) en un trágico incendio que arrasó con el lugar en el que vivían. Su pareja, en tanto, cayó desde el balcón presa de las llamas y sigue internado en estado delicado en el hospital Castro Rendón.
Manuel Giménez, de 48 años, está más calmado, y habló con Mejor Informado desde su país. Es qué, pese a su angustia, recibió de Argentina las primeras respuestas, porque la policía y la Justicia neuquina se comunicaron con él, para darle precisiones acerca de lo ocurrido, y de la investigación que está en marcha. También lo contactó un familiar de su yerno.
“Había grabado un video que saqué por mis redes, buscando ayuda. Y ahora desde la fiscalía y la policía me llamaron. Dijeron que hay pericias que hacer. Se espera el reporte forense para ver si mi niñita y mis nietos murieron por inhalación de humo o por las quemaduras, junto al sobrino de mi yerno. Mientras que mi yerno, que es el que saltó de la casa, está grave” detalló, entristecido.
También contó que Mariaglis había llegado a Neuquén hacía tan solo un año, para reunirse con su esposo, que era venezolano como ella pero tenía parientes en nuestro país que habían migrado antes, a los que él siguió.
El exilio, una "ruleta rusa"
“Como el niño de seis años estuvo mucho tiempo viendo a su padre sólo por videollamada ella estaba feliz con el reencuentro. Viajó con mi nieto a instalarse con él y después se embarazó del último. Nosotros bromeábamos. Le decíamos ‘ahora que hay un nietito que nació allá hay que tratar de que no se le pegue tanto lo argentino’” recordó el hombre, emocionado.
El proyecto de su hija era reunir dinero para traerlo a vivir con ella a Neuquén. “Yo soy soldador, y ella insistía en que soy muy joven y podía encontrar futuro trabajando de lo mío, pero dentro del ‘petróleo’” contó.
Ahora está devastado. “Es terrible el exilio. Lo que pasa en mi país hace que nuestros hijos tengan que irse, y eso es una ruleta rusa. Nunca se sabe cómo les irá o si los volverás a ver. A Mariaglis y a mis nietos yo ya los perdí” finalizó, entre lágrimas.