Las escuelas cerraron por miedo
La postal es inquietante: aulas vacías, patios en silencio y actividades paralizadas. El CPEM 20, la Escuela 63 y el Jardín 5 de Cutral Co atraviesan una situación crítica. La violencia armada que se vive en los alrededores de los barrios Belgrano y Daniel Sáez obligó a suspender las clases y encendió todas las alarmas.
El viernes pasado, una docente resultó herida por una bala perdida. A eso se sumó un robo armado a plena luz del día, en el horario de ingreso escolar, a pocos metros del establecimiento. Los hechos no fueron aislados, sino parte de un contexto de tiroteos y enfrentamientos entre delincuentes que no reparan en los riesgos que corre la comunidad educativa.
“Queremos garantías de que no habrá una tragedia”
Desde ATEN Cutral Co, Viviana Sandoval confirmó que este martes se realizará una reunión clave entre autoridades policiales, locales y educativas para buscar soluciones concretas.
“El nivel de exposición al que están sometidos nuestros compañeros y compañeras es inaceptable. Queremos garantías reales de que no vamos a tener que lamentar una tragedia”, expresó la referente gremial.
Los docentes exigen condiciones mínimas para volver a dar clases, y desde los establecimientos ya comunicaron a las familias que no retomarán las actividades mientras persista el riesgo.
Clases bajo amenaza: un problema que se repite
Lo que ocurre en Cutral Co no es un hecho aislado, sino el reflejo de una problemática que crece en distintos puntos de la provincia: la violencia urbana desbordada que ingresa a las escuelas. En este caso, la línea roja ya se cruzó: una maestra herida, tiroteos a metros de los ingresos escolares y robos en horarios pico.
“Cada día que pasa sin clases es una vulneración al derecho a la educación. Pero no podemos exponer la vida de nadie por sostener una rutina que, hoy, es inviable”, señalaron desde una de las instituciones afectadas.
¿Y ahora qué?
Mientras investigan los hechos y buscan dar con los responsables de los últimos ataques, la comunidad educativa espera medidas concretas. El temor a una tragedia mayor es real y la exigencia de respuestas también.
La reunión de este martes será determinante: la comunidad educativa quiere certezas, presencia policial sostenida y compromiso político real. La seguridad dejó de ser un reclamo: es una urgencia.