Durante la madrugada del sábado, alrededor de las 3, la policía realizaba un patrullaje preventivo en la zona Oeste de la ciudad cuando decidió identificar un taxi que circulaba por calle Ricardo Balbín, entre Rosario y Cayastá. En ese momento, al ser abordados por los efectivos, uno de los pasajeros -menor de edad- intentó deshacerse de una riñonera, arrojándola al asiento trasero del vehículo.
Al inspeccionarla, los policías encontraron un revólver calibre 32 largo con un cartucho calibre 38 y una suma de $91 mil en billete. La confirmación de la sospecha de los oficiales al detener el auto terminó siendo el fin de la noche para los jóvenes que quedaron detenidos. En tanto, el conductor del taxi no fue implicado, sino que quedó como testigo del procedimiento.
Se estima que los oficiales de policía venían siguiendo a los jóvenes en actitudes sospechosas por el oeste y a raíz de eso dieron inicio al seguimiento de los mismos.
Posteriormente, intervino personal de la Comisaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, que se encargó de continuar con el proceso legal correspondiente que dará lugar a la Fiscalía de Delitos Juveniles. El arma y el dinero fueron secuestrados bajo cadena de custodia y se iniciaron las actuaciones judiciales con la intervención de Criminalística.
Cabe destacar que en Argentina nos menores de edad no son punibles. Probablemente no reciban una pena privativa de libertad, pero sí pueden quedar bajo seguimiento de la justicia de menores, y se podrían tomar medidas de protección, educativas o asistenciales, según su contexto personal y social.