Conscientes de la realidad de violencia, egoísmo, indiferencia, abandono y exclusión, proponen "la revolución de la ternura, para decidir desde el bien común y construir una sociedad que se ocupe y preocupe por la felicidad de todos”. Afirman que el mundo sería mejor si cada uno, desde el lugar y la responsabilidad que le toca, trabajara por el bien y la felicidad de todos. Sostienen que quien escucha a Jesús no puede permanecer indiferente, ocupado sólo en el propio bienestar.
Llaman a que "salgamos del encierro del sepulcro y ayudemos a otros a salir de él, a vivir en la esperanza y en el gozo pascual en nuestro corazón, en nuestra familia y en la sociedad.” y "que renazca así la confianza y el aprecio por vivir en sociedad”.
Sobre el final, expresan que "vivamos con gozo, siendo testigos que el mal, el pecado y la muerte no tienen la última palabra y han sido vencidos.”
Firman el documento Virginio D. Bressanelli, scj, Obispo de Neuquén; Fernando Croxatto, Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia; Marcelo A. Cuenca, Obispo de Alto Valle del R. N.; Juan José Chaparro, cmf, Obispo de San Carlos de Bariloche; Miguel Ángel D’Annibale, Obispo de Río Gallegos; Joaquín Gimeno Lahoz, Obispo de Comodoro Rivadavia; Esteban M. Laxague, sdb, Obispo de Viedma; José Slaby, c.ss.r., Obispo de la Prelatura de Esquel; Fernando Bargalló, Obispo emérito de Merlo-Moreno; Miguel E. Hesayne, Obispo emérito de Viedma; Marcelo A. Melani, sdb, Obispo emérito de Neuquén; Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi, sdb, Obispos eméritos de Alto Valle del Río Negro.