Acusó sin suerte a Transener por la muerte de su esposo

Mucho se ha dicho sobre los riesgos que la exposición a sustancias toxicas, supone para quienes trabajan en la compañía que trasporta energía eléctrica. Y un fallo que acaba de conocerse viene a sumar su granito de arena.

Resulta que la Justicia neuquina rechazó por segunda vez la demanda por daños y perjuicios que una mujer había iniciado contra Transener, por la muerte de su esposo, un ex operario que contrajo esclerosis lateral amiotrófica (ELA) seis años después de su retiro voluntario.

Lo que sucedió, ahora, fue que la Sala Tercera de la Cámara Civil rechazó la apelación de la mujer, confirmando lo que había resuelto el Juzgado en lo Civil N 5 respecto de que no se comprobó que su rutina laboral haya motivado la enfermedad.

En su apelación, Marta C. había citado testimonios tanto sobre el contacto manual con las sustancias tóxicas que contenían los líquidos refrigerantes de los equipos; como la exposición a los campos electromagnéticos. Todo "sin que la empresa adoptara medida de seguridad”.

De ahí su lectura de que la prolongada exposición desencadenó la enfermedad.

Distinta fue la conclusión de los jueces de Cámara -Marcelo Medori y Fernando Ghisini- quienes entendieron que el esfuerzo probatorio de la denunciante no ha sido suficiente para demostrar que el cumplimiento de la normativa de seguridad e higiene, hubiera evitado o mitigado la enfermedad de su esposo.

Dijeron que el reconocimiento que pretende la actora se ve restringido por la ausencia de información fidedigna acerca de estudios y asistencia médica local y nacional sobre ELA y eventualmente, registros de epidemiología.

Particularmente cuando es de público conocimiento que desde la década del setenta se han radicado en la región emprendimientos hidroeléctricos e instalaciones para su conectividad que demandaron y demandan hasta la actualidad en forma intensiva el aporte laboral.