Una combinación que llevará a cortes de energía

 

Las luces de alerta en el mercado energético argentino están encendidas. Las diversas condiciones climáticas reinantes en el territorio argentino por efecto de "El Niño” y la escasez de gas que enfrenta el país por malas políticas energéticas aplicadas en la última década, se han combinado para generar un futuro cercano más que preocupante.

Esta cócktail, si no se produce un cuidado e inteligente manejo de los recursos, ya sean natural o económicos, llevarán a un incremento en los cortes de electricidad por una incapacidad del sistema para cubrir la demanda.

"No tenemos más capacidad para importar gas” dijo el ministro de energía Juan José Aranguren este lunes al describir el escenario energético en el país.

Y en esta coyuntura cobra importancia la ecuación de cómo se genera electricidad en el país. Para priorizar el abastecimiento al mercado residencial se redujo la generación térmica que usa como combustible el gas y se alentó la generación a través de las centrales hidroeléctricas.

Según datos oficiales aportados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) a mayo, la variación porcentual de consumo de gas natural para generación bajó un 22 por ciento comparado con igual período del año anterior, mientras que la generación hidráulica subió un 34 por ciento en igual período. Esto llevó a un descenso en los embalses de la región, que sufre un período de sequía por efecto del fenómeno de El Niño.

Esto se puede advertir en los caudales que traen los ríos Limay y Neuquén. Pero también se aprecia a simple vista en los niveles que tienen los embalses. Alicurá tiene una cota de 701,04 metros sobre el nivel delo mar (MSNM), cuando su nivel mínimo es de 692 MSNM. Lo mismo sucede en la represa de Piedra del Aguila con una cota actual de 579,27 MSNM, unos 15 metros sobre su cota mínima, mientras que El Chocón tiene su embalse una cota de 367 MSNV, apenas nueve metros sobre su nivel mínimo.

Las necesidades energéticas deberán además combinarse con las demandas de agua de la población y de la actividad frutícola, por lo que habrá que extremar los cuidados en el manejo del agua.

Poca agua en ríos y embalses, poco gas y escasas lluvias son una mala combinación para el próximo verano.