El momento combina desconcierto y enojo entre Neuquén y la Rosada

Cuando se empezaban a aquietar las olas de la inquietante violencia en los alrededores del Congreso Nacional, y ya se había levantado la sesión en Diputados y surgido el rumor efímero de un decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para la reforma jubilatoria, salió a flote otra versión que indicaba un formidable enojo del presidente Mauricio Macri con cuatro gobernadores: el de Salta, el de Tucumán, el de La Rioja, y el de Neuquén, Omar Gutiérrez.

“No nos cumplieron”, habría tronado el mandatario, mientras se apuraba a frenar el DNU fulminado al instante por su socia Elisa Carrió. El eco del enojo llegó rápidamente a Neuquén, en la que llamativamente no estaba el Gobernador, quien precisamente habría viajado (no hubo información al respecto) a Buenos Aires, cuando no había mucha paz ni calma, precisamente, en la capital neuquina.

El incumplimiento del enojo porteño se refería al retaceo para el quórum detectado rápidamente en lo que hace a la representación en Diputados del MPN, ejercida desde el 10 de este mes por Alma Chani Sapag. Una foto con la legisladora de pie en medio del infierno parlamentario de este día circuló rápidamente, tomada de las pantallas de la TV.

Así, el enojo –tal vez solo circunstancial- se medía en la casa Rosada y en Olivos. En Neuquén, era más bien el desconcierto lo que primaba en el ambiente, sobre todo con lo que comenzó a circular como una demora o congelamiento transitorio de la integración del nuevo Gabinete. Los nombres no se anunciarían hasta la semana que viene, se dijo. “No llegó la comunicación formal de la Legislatura”, se dijo. “No trabajará este viernes la impresión de boletín oficial”, se adujo también.

Entre el desconcierto, el enojo, y el complicado clima de protestas sucesivas, trascendió también que se procuraría evitar a toda costa que el viernes se repitiera la escena de enfrentamientos que fue común a los últimos dos días.