El ajuste político provocó renuncias y "compensaciones"

Un sordo rumor de descontento comenzó a evidenciarse en sectores de la planta política provincial neuquina que fueron ajustados, no ya por achique de personal, sino por recorte en los sueldos relativos, es decir, los que se comparan con los salarios de convenio.

El martes y miércoles fueron los días clave, porque hubo contrastes y choques con la realidad a través de la constatación concreta de los recibos de sueldos. El área política más afectada, con los salarios más bajos, fue paradojalmente la del ministerio de Ciudadanía, el “chiche” inicial de la gestión de Omar Gutiérrez.

El ministerio que conduce Gustavo Alcaraz comenzó a ver cómo se registraba rápidamente la migración de funcionarios que habían llegado de otros ministerios, y que ahora quisieron retornar a su lugar de origen por una conveniencia salarial. El punto de retorno en algunos casos fue Desarrollo Social, que estrenó convenio colectivo recientemente.

Los sueldos de Desarrollo Social, que eran los peores de la administración, pasaron a ser de los mejores. A tal punto que el salario por convenio es superior al de los cargos políticos, afectados por el congelamiento, que despliega una sombra ominosa hacia el resto del año. Así, hubo directores que renunciaron a su cargo para beneficiarse con el sueldo “normal”, y no perder con el político.

En el caso de puestos clave, hubo promesas o concreciones de resarcimiento por “debajo de la alfombra”. En concreto, compensaciones disfrazadas de bonificaciones o algún otro rubro que permite la terminología de liquidaciones salariales.

El ambiente, en realidad, era bastante complicado en algunos sectores del universo político estatal. Mientras el gobernador Omar Gutiérrez se paseaba vestido de paisano por las agrestes tierras de Junín de los Andes, este miércoles, en el corazón del gobierno, se tuvo al fin la constatación de un ajuste que no se sabe si servirá, pero que en principio ha hecho implosión en el propio MPN.