Llevó a arreglar el celular y se lo robaron

A una vecina de Cipolletti le pasó algo insólito: llevó su celular a un service, se lo robaron a uno de los técnicos, y el comercio dijo que no se haría cargo.

Obviamente presentó una demanda; y, ahora, la jueza de Paz Gabriela Lapuente ordenó que la indemnizaran con 10 mil pesos. Pero, entre una instancia y otra, la solución llegó al término de 20 meses.

Primero le reclamó al service, después transitó por una instancia administrativa ante el Organismo Municipal de Defensa del Consumidor, y por último formalizó el reclamo judicial.

La mujer tenía un Motorola G2 última generación, edición limitada, que por esas cosas de la vida dejó de funcionar. Entonces su hijo se lo llevó a un técnico que le cambió el pin de carga y le cobró 500 pesos.

Pan para hoy, hambre para mañana. Tal es así que a los pocos días el teléfono dejó de funcionar y volvió a llevarlo. Y ahí conoció aquello de peor el remedio que la enfermedad, ya que esta vez se lo robaron.

En fin, en el fallo en el que ordenó que le abonaran los 10 mil pesos, la jueza consignó que el demandado no compareció a la audiencia, “demostrando total desinterés en el proceso y en el reclamo”, además de “un trato descortés y abusivo”.