Historia de un heroico salvataje en Quila Quina

Un dramático rescate en el lago, en Quila Quina, se conoció este sábado, a partir de la narración que se hizo en la página de Facebook de los guardavidas de San Martín de los Andes.

Reproducimos aquí el relato:

Aproximadamente a las 14:30 en Quila-Quina los guardavidas Guadalupe Peralta y Jeremías Borrell escucharon gritos pidiendo auxilio en lo que se llama "El pasillo".

Al acercarse los guardavidas, vieron que había dos kitesurfistas que habían caído al agua, eran arrastrados por el viento y no podían incorporarse a sus velas.

En las peores condiciones climáticas y estando a la intemperie, la guardavidas Guadalupe toma el Kayak y se interna en el lago en busca de las dos víctimas, que seguían siendo arrastradas por el viento cada vez más adentro.

 Mientras Jeremías, sin poder entrar por la distancia y carecer de traje de neoprene o kayak , comienza a modular con el handy, pidiendo urgente apoyo, dado lo apremiante de la situación, de lancha de prefectura, la cual nunca respondió, y tuvieron que actuar los guardavidas.

 Al llegar a la primera víctima, Guadalupe nota que estaba enredada y no lograba soltarse de la vela, que lo arrastraba tanto hacia dentro como hacia abajo del agua. Entre gritos y pánico trata de subirse al kayak, desestabilizándolo y casi tirando a Guadalupe al agua, que carecía de traje de neoprene.

El profesionalismo y la frialdad de Guadalupe hicieron que la víctima lograra soltar la vela, siguiera sus instrucciones y se sostuviera del kayac ordenadamente.

La otra víctima, a 50 metros y cada vez más adentro, también siguiendo sus instrucciones logró soltarse de la vela, y con la tabla sujetada, comenzó a acercarse lenta y dificultosamente al Kayak.

Una vez reunidos los tres, con uno de ellos sujeto al kayak, comenzaron a desplazarse lento hacia la orilla. En este transcurso, el guardavidas Jeremías logra conseguir una lancha de los que trabajan haciendo paseos, que vienen a dar una mano y buscan las velas del kitesurf.

A estas alturas el frío empezaba a afectar seriamente el estado de Guadalupe, que a pesar de eso, logran llegar a la orilla, los tres en estado de hipotermia, pero seguros en tierra, donde pudieron recuperarse siendo controlados por los guardavidas.