Es serio el problema con el agua del río Neuquén

Como pocas veces ha sucedido, se registra por estos días un serio conflicto por el manejo del recurso hídrico. Tiene que ver con el río Neuquén, la central Planicie Banderita en problemas, las decisiones de la secretaría de Energía, la AIC, y el Departamento Provincial del Agua (DPA) rionegrino.

Para el DPA, que incluso presentó un recurso de amparo ante la Justicia, el tema es muy grave. Dice que la Secretaría de Energía de la Nación puede ser responsable de problemas serios con la calidad del agua que se provee para consumo en una larga lista de ciudades valletanas (tanto de Río Negro como de Neuquén); y que puede haber también problemas con el sistema de riego en plena temporada.

Planicie Banderita tiene un grave problema en la generación de energía. Sus turbinas están obsoletas. Una se rompió, directamente. Se busca reemplazarla desde El Chocón. Pero hace falta otra. Fabricar una de estas turbinas demanda no menos de un año. Mientras, lo que se ha hecho es cerrar el dique, y derivar el caudal hacia el cauce viejo (el original) del río. Eso produce una creciente turbidez en el agua de consumo; porque no proviene del dique (donde sedimenta y se clarifica) sino del cauce mismo del río, en donde arrastra fondo y orillas, mucho más porque se ha producido un incremento en el caudal absolutamente desusado desde que se pusiera en marcha el sistema Chocón-Cerros Colorados.

Desde el DPA, se le pidió a Energía y a la empresa concesionaria de Planicie Banderita (Orazul) que “turbinaran” el agua igual, sin generar electricidad. Se les respondió directamente con una negativa. Por eso se presentó un recurso de amparo, pues a juicio de la empresa estatal rionegrina, la situación se puede agravar en los meses siguientes.

La AIC, que tiene autoridad sobre los ríos en lo que hace, por ejemplo, al manejo de caudales, no tiene, afirman, posibilidad de actuar aquí porque el caudal no se ha resentido. La cantidad de agua es más o menos la misma, aunque puede llegar a reducirse. La AIC no actúa en el tema calidad del agua, dicen desde el DPA.

Así expuesto el tema, lo que resulta es concretamente un conflicto entre la percepción del problema que tiene la provincia, y la que tiene Nación. En el caso de Neuquén, poco o nada ha dicho sobre el particular.